CARLINA TOLEDO PATTERSON | El Nuevo Siglo
Viernes, 18 de Noviembre de 2011

Hombres a las filas

 

El  Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) lleva más tiempo de lo debido en el ojo del huracán y es mucho lo que se espera del cambio en su directiva.

Claramente se había convertido en una entidad inoperante, politizada y dispersa, la cual reclamaba atención urgente. Los resultados de las investigaciones realizadas por la Procuraduría coadyuvaron a que los colombianos supieran de buena fuente cuál era la realidad en el interior del ICBF, y la permanencia de la Directora se volvió un tema insostenible. Finalmente “renunció” y ha sido nombrado en el cargo Diego Molano Aponte, director de Acción Social.

Personalmente no fue una designación que me satisfizo del todo porque, además de tener un cierto tufillo de nombramiento político, su muy buena hoja de vida adolece del conocimiento técnico sobre temas de niños y jóvenes y, lo que es más grave, primera infancia, sector que es prioritario para el Gobierno con el programa De Cero a Siempre.

No obstante, su experiencia en lo público es innegable, y su formación académica está orientada al desarrollo social. Otra credencial es que en Acción Social Molano fue responsable de un presupuesto de 3 billones de pesos anuales, el cual es casi igual al del ICBF, cuya ejecución ha estado en entredicho.

Admito que lo que más me ha gustado del nombramiento de Molano es que sea hombre y que en ese sentido la visualización de la seria problemática que afrontan los niños en Colombia no sea un tema casi exclusivo de una cantidad de mujeres que han sido vehementes abanderadas del mismo y quienes se merecen todo nuestro respeto y admiración por ello.

El problema es que a veces por mujeres, para que nos oigan y presten atención nos toca hablar más duro, ser más enfáticas y asumir unas posiciones más duras sobre los temas que nos duelen y eso cae mal en ciertos sectores. De ahí las fuertes críticas a mujeres como Gilma Jiménez, Ángela Robledo y la misma procuradora delegada para la Infancia, Ilva Miriam Hoyos, quienes dieron a conocer muchos de los entuertos del ICBF.

Necesitamos que sean más hombres expresando la necesidad de promover y fortalecer las políticas públicas en beneficio de los niños en Colombia, que sean más interesados en exigir el replanteamiento de la misión y visión del ICBF y que además pongan ojo avizor a los 2.5 billones de pesos que los empresarios aportamos a través de parafiscales.

Ojalá por fin comprendan que estamos hablando de la vida de niños, millones de ellos, y que los necesitamos.

@CarlinaToledoP