Carlos Alberto Estefan Upegui | El Nuevo Siglo
Martes, 15 de Septiembre de 2015

PRODUCTORES DESCONTENTOS

Lecheros del Valle de Ubaté

El municipio de Ubaté ubicado en la provincia que lleva su nombre en el departamento de Cundinamarca, a 95 kilómetros de Bogotá y a 50 kilómetros de Chiquinquirá, es conocida como la Capital Lechera de Colombia.
Tiene una población de 21.966 habitantes y en la región se estima existen aproximadamente 5.988 unidades dedicadas al ganado de leche, incluidos además del mismo Ubaté, los municipios de Carmen de Carupa, Fúquene, Guachetá Lenguazaque, Simijaca, Suesca y Susa, con cerca de 40 mil vacas en ordeño y una producción del orden de 500 mil litros de leche promedio día.
Los productores, además de expresar su descontento al señalar que el Gobierno no ha cumplido las promesas que hizo después del paro agrario, padecen  de otra serie de dificultades, situación que cobra importancia mayúscula, puesto que algunos ganaderos  han tenido que vender sus vacas, manifestando que "ya no es rentable producir leche".
Además, porque pensaban que pasada la ola invernal del 2011 en la que se vieron afectadas 22 mil hectáreas y que los llevo a la quiebra, las cosas iban a mejorar pero no ha sido así.
Después del invierno de esa época, la producción lechera disminuyó hasta un cincuenta por ciento y los costos de producción siguen subiendo, tanto es que los alimentos concentrados para el ganado han tenido ya en lo corrido de este año un alza del 20 por ciento, mientras el precio  de la leche a pesos constantes sigue siendo el mismo del 2008.
Lo doloroso ahora es que, como si no hubiese sucedido nada y sin proporcionarles el tiempo necesario para recuperarse de sus pérdidas “la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) les está cobrando cantidades de dinero que rebasan su capacidad de pago”. Sumándose a todo lo anterior, los descomunales volúmenes de leche en polvo importada y al impacto que habrá de tener el tan anunciado  "Fenómeno del Niño".
Y como si eso fuera poco, cuando pase el verano, seguramente sin esperar a que se hayan recuperado de sus efectos, aparecerá nuevamente "el coco" de la CAR para volver a arremeter contra ellos,  dicen las malas lenguas, dizque porque desde ahora se prepara un nuevo gravamen al agua lluvia.
Mientras tanto, la informalidad en la comercialización de la leche sigue haciendo su agosto, pues apenas el 59% de la leche se vende a la industria, el 3,5% se destina al autoconsumo, y lo demás va a los intermediarios, queseros y cruderos.
Por último, las diferencias existentes de orden gremial podrían dificultar asimismo, cualquier esfuerzo encaminado a mejorar las condiciones generales de esta importante región del centro del país.