CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Viernes, 7 de Septiembre de 2012

Todos por la paz

 

La única forma de lograr la paz es convirtiéndola en un propósito nacional. Mientras existan quienes no la deseen, la guerra continuará así no haya guerrilleros. Es un acto de reconciliación. Sin embargo, no solo se trata de un simple acuerdo de voluntades, pues la inequidad y la impunidad son caldo de cultivo para el inconformismo y la agresión. Razón por la cual, el esfuerzo del Estado obliga a contar con mayores presupuestos de inversión en el sector social y a ejercer sus funciones dentro del marco constitucional y legal con autoridad y eficacia. Igualmente, el egoísmo y la soberbia impiden la convivencia, por eso es preocupante que mientras la Mesa de Unidad Nacional ofreció pleno respaldo al Presidente Santos, hayan comenzado a circular mensajes a través de las redes sociales, algunos de ellos supuestamente de militares en retiro, otros que evocan las hazañas de Álvaro Uribe, sin convencerse de que el fin último de la confrontación es la paz. El Presidente habla del Acuerdo con una agenda realista de 5 puntos, como son: Desarrollo rural. Garantías para la oposición política y participación ciudadana. Fin del conflicto armado. Narcotráfico y los Derechos de las víctimas. No obstante pareciera solo ser iniciativa de las Farc, pedir se garantice la opción política a cambio de ponerle fin al conflicto, pues lo demás es del resorte del Estado y se viene trabajando en ello. De otro lado, cuando se habla de combatir el narcotráfico como parte del Acuerdo, no sería posible lograrlo sin un rompimiento previo entre la guerrilla y los narcotraficantes, lo cual no se ha anunciado oficialmente, salvo que esté prevista la incorporación de ellos dentro del Acuerdo a firmarse, razón que explicaría la voluntad de los Estados Unidos en apoyarlo.

Entre tanto, han ido apareciendo otros actores, como el exalcalde de Bogotá Lucho Garzón, a quien vimos por televisión sin ocultar su afán protagónico, el mismo que el alcalde Petro dice debe evitarse para lograr una paz duradera. Por supuesto también hemos vuelto a ver por estos días al expresidente Belisario Betancur y a exconsejeros de Paz como Víctor G. Ricardo, con algunas canas encima, que hablan del tiempo transcurrido desde que ellos iniciaron procesos semejantes sin alcanzar un final feliz. Igualmente, al expresidente Andrés Pastrana, quien es consciente de que el buen éxito de ahora depende de no repetir los errores del pasado.