Concluyendo Luces y Sombras (I) | El Nuevo Siglo
Viernes, 15 de Diciembre de 2023

El 19 de diciembre del año anterior madrugué a escribir algo que nos sirviera para iniciar o para rechazar el comportamiento humano, y terminé haciendo un recorrido histórico por todos los Continentes. Talvez haya habido alguna monotonía, pero interesante cuanto fuimos constatando a lo largo y ancho de nuestro planeta tierra, “madre común”, en cuyo bien todos estamos llamados a comprometernos, conscientes de la suerte de la humanidad, con Francisco de Asís y los Pontífices Romanos a la cabeza, entre ellos el actual Papa Francisco. Pasé a referirme a temas de suma importancia como al reciente Sínodo y al precioso libro sobre “sonrisa” y alegría, del Papa Francisco, verdaderas luces desde la Iglesia, y, ahora, intentamos culminar ese recorrido. 

Hemos constatado la luz de un Dios Creador del Universo, y allí a su más perfecta creatura el hombre, “a su imagen y semejanza” (Gen. 1,27), con la pronta sombra del pecado, con luz subsiguiente de su reconocimiento (Gen. 3, 1-13), y ofrecimiento divino de quebrantar la cabeza del demonio seductor (Gen. 3,15). Suave luz aparece en la labor honesta de Abel (Gen. 4,4), con horrenda sombra, al inicio de la progenie humana, con el fratricidio perpetrado por envidia (Gen. 4,8), con iluminadora voz de la conciencia al reconocer el pecado, y aceptación de negra culpabilidad (Gen. 4,14). 

Es luz esplendente para toda la humanidad, después de las luces y sombras en torno al “diluvio universal”, (Gen. 6 12) la historia del Patriarca Abrahamque culmina con el surgimiento del  “Pueblo Escogido”  (Gen. 12), con su nieto Jacob, o Israel (Gen. 28,10-22), y conformación de toda la historia de la Biblia, con sus luces y sombras, en toda ella,  a lo largo de los siglos, hasta llegar a Jesús de Nazaret con humilde pero resplandeciente figura, reconocido por el anciano Simeón, “movido por el Espíritu” (Lc.2,27), quien lo señaló como “luz  para iluminar a las Naciones”. Es luz emergente en la voz del propio Jesús, en su testimonio de fidelidad al Padre, y en el envío a pregonar sus enseñanzas al despedirse de los primeros discípulos, y llevarlas al mundo entero (Mt. 28,19-29). 

Sombras han sido las fieras persecuciones contra los cristianos, pero, luz en el creyente, pues esa “sangre ha sido semilla de cristianos”. Luces de los protectores y grandes difusores de esa fe, que en esta época (2023) tiene entre todas las denominaciones de creyentes a más de un 50% de los humanos, y fe entre estos del 70% de católicos. Luz la pléyade de santos a lo largo de los siglos entre las diversas Confesiones Cristianas, aunque sombras los numerosos anti-testimonios que se diluyen ante el infinito número de mencionadas fidelidades. Jesucristo acepta ante Pilatos que es Rey (Mt. 27, 11; Lc. 23,3) pero afirma: “mi Reino no es de este mundo” (Jn. 18,36). Por eso reina en mentes y corazones, pero, los intentos de Reinos Terrenos de su Iglesia, no han salido adelante.  

En todos los continentes es considerada como la mayor luz sus aportes en escrituras y en credos religiosos, y se esté colocando África como el primero por la comprobación más antigua del “homo sapiens” en ese territorio, y aportes desde Egipto, entre luces y sombras, con reconocido avance en la Sud África, de Nelson Mandela (Continuará). 

 *Obispo Emérito de Garzón 

       Email: monlibardoramirez@hotmail.com 

 

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