Un 24 de noviembre del 2016 se firmó el acuerdo definitivo de paz entre el Gobierno y las Farc. En una ceremonia que se realizó en el Teatro Colón de Bogotá, Santos y Londoño, estrecharon sus manos para sellar el fin de un conflicto de más de 52 años.
La firma de la segunda versión del Acuerdo, luego de haberlo realizado en Cartagena, bajo la mirada de Raúl Castro, se realizó en el Teatro Colón de Bogotá, enmarcado entre la tragedia y la comedia, las máscaras que aparecen de forma triste y sonriente junto al escudo nacional en ese recinto centenario de las parodias y las operetas.
Aún no estamos convencidos de que la satisfacción de los derechos de las víctimas hizo parte fundamental de las garantías para la conquista de la paz, y que la terminación del conflicto.
Sin embargo, ya el 5 de junio de 2014, el tema abordado dentro de la agenda de los diálogos en La Habana, fue el de las víctimas del conflicto, cuando las partes creyeron que esas medidas contribuirían decididamente a la satisfacción de esos derechos, declarando las partes, que la discusión del punto 5 de los diálogos de Cuba estaría enmarcada en los siguientes principios:
1. El reconocimiento de las víctimas: principalmente, en su condición de ciudadanos con derechos.
2. El reconocimiento de responsabilidad: responsabilidad frente a las víctimas del conflicto. No vamos a intercambiar impunidades.
3. Satisfacción de los derechos de las víctimas: Los derechos de las víctimas del conflicto no son negociables.
4. La participación de las víctimas: Es necesaria la satisfacción de los derechos de las víctimas de graves violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario con ocasión del conflicto.
5. El esclarecimiento de la verdad: La reconstrucción de la confianza depende del esclarecimiento pleno y del reconocimiento de la verdad.
6. La reparación de las víctimas: Restablecer los derechos de las víctimas y transformar sus condiciones de vida es parte fundamental de la construcción de la paz estable y duradera.
7. Las garantías de protección y seguridad: Proteger la vida y la integridad personal de las víctimas es el primer paso para la satisfacción de sus demás derechos.
8. La garantía de no repetición: Las medidas que se deben apuntar a garantizar la no repetición de manera que ningún colombiano vuelva a ser puesto en condición de víctima o en riesgo de serlo.
9. Principio de reconciliación: de toda la ciudadanía colombiana para transitar caminos de civilidad y convivencia.
10. Enfoque de derechos: su reconocimiento no es una concesión, son universales, indivisibles e interdependientes y deben ser considerados en forma global y de manera justa y equitativa.
Sólo esperamos que la nueva directiva de la JEP, luego de tres años de la presidencia anterior, permita concretar la verdadera reparación para que nunca más se repitan los hechos que han causado tantas víctimas, odio y dolor en nuestra patria. El compromiso por la verdad es innegociable.