“La política es el arte de trabajar con intereses disímiles”
Hace poco más de un año el expresidente Santos calculó que podía lavarle la imagen a algunos de sus subalternos inaugurando a la carrera algunas sedes del SENA, y menospreciando el valor de las denuncias por mala planeación, administración y despilfarro que se habían hecho en la entidad. “Esa niña” fue la desafortunada frase que usó y que en vez de generar apoyo, dejó ver su machismo y el pésimo criterio en los consejos de quienes lo asesoraron para ese cálculo. Tan desatinado fue que, en buena parte por ese mal cálculo, ninguno de sus subalternos está hoy en carrera a la segunda posición más importante del país, la Alcaldía de Bogotá, y cuando los asociaron con las actuales campañas, todas salieron a desmentirlo. Varios de los exministros y colaboradores del gobierno anterior trataron de reencaucharse en un movimiento político de nombre Colombia Renaciente. Dicho movimiento trató de apuntar a la Alcaldía, pero el cálculo apenas les alcanzó para proponer a una exalcaldesa encargada de la ciudad para una posición en el Concejo que está lejos de estar asegurada. El que está haciendo allá las sumas y restas está pasando por un mal momento.
Pero también los jóvenes e independientes hemos tenido que pensar en cómo participar de la democracia, como alguien me dijo: “Ni Froome (o Egan) llega solo”, así que es necesario pensar con quién trabajar y cómo llegar a tener la capacidad de articular un mejor futuro para la ciudad. Todos los sectores han hecho sus cálculos y por eso, se ven alianzas y nombres que se mueven en el ajedrez político. Gustavo Petro parece haber calculado que el respeto a las mujeres no es relevante para su movimiento y Galán que él sí puede llegar solo. La política es el arte de trabajar con intereses disímiles y de lograr los objetivos que favorezcan el bienestar real de las personas, así que hay que trabajar con quienes quieren trabajar con ese objetivo. En mi caso particular la meta es construir una mejor ciudad con una gestión transparente y profesional, luchar de frente contra la corrupción y mejorar el bienestar de los ciudadanos, objetivo que compartimos con Miguel Turbay.
Pero también Cambio Radical apostó que conmigo es posible dar la lucha de frente y abrió el espacio para trabajar en pos de ese objetivo. Todos queremos mejores días para Bogotá. Pero hay que diferenciar entre quienes hemos construido una visión para lograr una mejor ciudad y quienes solo hacen politiquería, su ego, carrera y vigencia política. Los invito a votar por los primeros, ya tuvimos suficiente de los segundos.