Así como en décadas pasadas sectores ciudadanos en el país fueron llamados a integrar Fundaciones Sociales para convertirlas en gestoras de desarrollo para esta actualidad; el recorrido de los años abre telón de realidad para mirar y medir si en Colombia la pandemia habrá desaparecido, al ritmo futuro, entre 2021 y 2023.
Sin embargo, la pandemia en el último mes no significó comportamiento alentador, de mayo a junio, con saldo de 3 mil 600 víctimas, tras elevación del tercer pico, registrado en promedio en las siete ciudades más densamente habitadas del país.
No es que en el pasado se hayan equivocado; quizá fueron realistas y se mantuvieron despiertos, planeando cómo enfrentarían la guerra desatada desde el Siglo XIX por enfermedades como tuberculosis, sida y cáncer en sus respectivas épocas; implicaron crudos esfuerzos para superarlos.
Ahora el país no puede quedarse mirando el pasado sino despierto, haciendo recuerdo a la situación que tuvieron enfermedades enquistadas para mejor olvidar, al evaluar la realidad actual y efectos de la pandemia del covid-19.
Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recordó a principios de año que ojalá se miren enfermedades del siglo pasado para valorar tratamientos y condiciones de pacientes en regiones de Colombia, donde se fusionan vida urbanística, campos agrícolas y zonas selváticas, carentes de médicos especialistas.
La sociología médica, con destacados profesionales en el país, están llamados a tocar de manera pública el camino de algunas dolencias; según explican, pueden generar alarmas; Citan los casos actuales con pandemia y su agresivo coronavirus. Lo destacable, ahora lo constituye la interesante vacuna proyectada.
El desafío sigue crecido en víctimas y, con indisciplinados frente a la contaminación, sin seguir protección reiterada, para que cumplan con todas las medidas de salubridad. El reto, está sin duda, vigente en plena vida.
Si se combate el covid-19 con proyectos extranjeros, entonces el país puede avanzar con base propia, de ideal auténtico con pruebas y resultados. Por ejemplo, están desarrollándose vacunas de actualidad, elaboradas y aplicadas en Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos.
Mirada la realidad de la pandemia está en seguimiento con experiencia profesional de Medicina y Administración hospitalaria, que motivarán el ideal de emprender industria nacional de vacunas, con tecnología que complemente desempeño de clínicas y hospitales.
Es momento para desearle al país éxito empresarial y médico, por la primera vacuna que producirá en toda región, como motor de Seguro Sura, para enfrentar el coronavirus. Será con perspectiva para un amplio consumo nacional y renglón exportador.
Quizá lo único que no cuadra, es el nombre de la vacuna que, se llamará Vaxthera, en lugar de asignarle marca directa y sencilla; por ejemplo: podría identificar al país en el exterior como: Colvacuna, significaría aporte sustancial del ámbito científico colombiano.
Es plan para gremios empresariales, a propósito de enganches laborales como fomento de empleo, y facilitar apertura de un Concurso Nacional en Ciencias de la Salud, para avance en medicina, con proyecto desarrollado este año, e impulsar una verdadera reactivación económica.