Diego Arango* | El Nuevo Siglo
Jueves, 11 de Junio de 2015

PAÍS FATIGADO

Para qué proceso de paz

El  país está fatigado del engaño, de la mentira y la hipocresía con que se está adelantando el proceso de paz con las Farc. Tanto la guerrilla como el Gobierno le mienten a Colombia. Se está jugando con la esperanza de un pueblo que durante décadas ha venido sufriendo el escarnio de una guerra sin cuartel. Una guerra motivada por el dinero y el poder, sin ningún beneficio para la población. Una guerra dispareja y cobarde, donde la peor parte la paga la ciudadanía y los pobres soldados que le ponen valientemente el pecho al frente de batalla.

El Gobierno se embarcó quizá con buena voluntad en tratar de resolver el conflicto por las vías del diálogo, lo mismo sucedió con anteriores presidentes como Belisario, Barco, Gaviria y Pastrana con su proceso del Caguán, a quien le apostó su capital político, pero terminó perdiendo. A Santos le está pasando lo mismo, ha querido terminar por medio de acuerdos políticos y no por las armas, pero los hechos muestran lo contrario. Las Farc juegan a una estrategia de la tenaza, de un lado hablan y del otro atacan. Ellos mismos unilateralmente decidieron cesar el fuego para el conflicto y avanzar en las conversaciones, el Gobierno paró los bombardeos. Todo iba bien, pero el ataque a los soldados demostró que esta gente es irreductible. Lo mismo pasó con el cobarde ataque a la base de la Isla Gorgona y otros más que han hecho a mansalva. Ahora el derrame de crudo en el Putumayo deteriorando terriblemente nuestro país y el medio ambiente.

Qué razón existe para continuar esa farsa y poner el país en peligro a manos políticas de esa gente. Ellos nunca se van a desmovilizar ni entregar las armas, tampoco van a desbaratar sus filas de hombres armados. Ellos tienen negocios de narcotráfico, minería ilegal, secuestros, extorsiones, vacunas y millones de dólares enterrados para someterse a una cárcel. Ellos quieren el proceso para legalizar sus delitos, lavar su dinero, obtener poder político, cambiar su imagen de criminales repudiados a congresistas, hacer que les rindan pleitesía nacional e internacional y lanzar una estrategia política para apoderarse del país y llevarlo a un Estado mafioso y delincuencial como pasó en Venezuela, el referente de ellos. Lamentablemente el Gobierno de Santos en su afán de salir adelante con el proceso y las concesiones entregadas, firmará una paz con impunidad, con enormes gabelas y altísimo costo social, político y económico. Lo mejor  para Santos y lo más sensato es que acabe con esa farsa del proceso de paz y decida vencer con nuestras Fuerzas Militares esa gente, que no son muchos y ellos saben dónde se encuentran. Una vez vencidos ahí si se les puede reinsertar en la sociedad, desde luego cuando paguen sus culpas y penas por el enorme daño hecho al país.  

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional