DIEGO ARANGO | El Nuevo Siglo
Miércoles, 4 de Abril de 2012

NECESIDAD SENTIDA

Metro para Bogotá

Bogotá  necesita ya, urgentemente una decisión seria y consistente para su movilidad. Transmilenio ha sido una solución, pero se ha convertido en el principal medio para una ciudad que se acerca a los nueve millones de habitantes, mientras este sistema llamado buses rápidos es apenas complementario.

Desde hace más de cincuenta años Bogotá viene buscando la manera de hacer su tren, es de las pocas ciudades en el mundo con ese número de habitantes que no cuenta con un metro, único sistema capaz de movilizar masivamente más de cincuenta mil pasajeros por hora. Se debe empezar ya, sin más demoras, a construir la infraestructura para este sistema de transporte rápido y moderno.  

La falta de claridad, las ambiciones políticas de dejar una obra durante su mandato, han hecho que los alcaldes piensen más en su propia gloria que en las necesidades verdaderas de la gente.

Ahora el alcalde Petro quiere tomar el dinero destinado y aprobado para la primera línea de metro y pasarlo a un tramo o tren ligero por la carrera séptima. Este sistema y su demanda sólo cubren unos quince mil pasajeros por hora, mientras las necesidades actuales son de cuarenta y cinco mil pasajeros por hora y en menos de diez años estará en ochenta mil, según el crecimiento de la población que muestran los estudios técnicos de transporte masivo.

Bogotá necesita su metro y ya, esto no da tregua, la ciudad se está infartando por la necesidad de movilidad y en cada nueva alcaldía se empantana el metro. Si se utilizan los recursos de esta primera línea en otras obras, pasarán diez años más para obtener otros, mientras tanto en la ciudad habrá aumentado dramáticamente la necesidad y el costo de la obra se habrá duplicado. No es responsable seguir jugando con una necesidad sentida de la ciudad, es hora de que la ciudadanía intervenga y no permita que se juegue más con su destino y recursos.

Hay que hacer el metro y sin dilación, así sea inaugurado por algún alcalde más adelante, las obras son para el servicio de la gente y no para la gloria del gobernante.

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