DIEGO ARANGO | El Nuevo Siglo
Sábado, 28 de Abril de 2012

Inseguridad en taxis

 

El servicio de taxis es de vital importancia para un país. Pero sucede que se está convirtiendo en grave amenaza, tanto para pasajeros como taxistas. En el primero de los casos, hay algunos de ellos que son delincuentes, se dedican a este trabajo tomando taxis en producción a los dueños, que muchas veces no investigan bien a quien se los entregan y caen en manos de hampones que suelen atracar, paseos millonarios o secuestros express en complicidad con bandas organizadas. Esta circunstancia ha generado zozobra y temor a los usuarios cuando requieren transportarse en uno de estos vehículos. El recelo genera intranquilidad al pasajero. Ocurre también entre los conductores que desconfían y miran caras antes de recoger a personas en las vías.

 

Hay pasajeros criminales que se ocupan en asaltar a taxistas llegándolos a matar para robarles el producido. Esto es con cara y con sello, no hay escapatoria. Un problema que amerita más atención y vigilancia de la Policía y organismos de seguridad.

Una gran mayoría de taxistas son correctos, prestan su servicio profesional y honradamente, pero aquellos facinerosos que se mezclan, acaban por degenerar el servicio de taxis. Las autoridades, conjuntamente con las cooperativas, sacan programas de control y ayuda, pero no son lo suficientemente sólidos para erradicar el problema.

 

Falta mayor rigidez y severidad en los controles, porque mientras en Colombia cualquier varado quiera ser taxista, o mientras consigue otro trabajo, se degrada este oficio sin permitir la profesionalización.

En las ciudades avanzadas ser taxista implica horas y meses de estudio, principiando por saber conducir bien a pasajeros; segundo conocer la ciudad, sus vías, obstáculos y limitaciones; adquirir modales de buen comportamiento sin agredir al pasajero con frenadas y arrancones bruscos, sin metérsele a los otros vehículos a pelear espacio, sin proferir insultos delante de los pasajeros y menos provocar o responder peleas. Los taxis deben estar dotados de cámaras, mecanismos de comunicación inmediata con la policía, reportar a sus centrales las carreras que toman, darles a los taxistas instrucciones preventivas y educativas. En fin, es necesario hacer más por este sector de la población para protegerlos y para exigir también de ellos mayor cultura y calidad de servicio.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional