DIEGO ARANGO | El Nuevo Siglo
Jueves, 30 de Agosto de 2012

El cartel de los testigos

 

Una nueva figura le ha salido a la justicia y es el cartel de los testigos. Algunos abogados se han dedicado a alistar entre sus filas a testigos falsos que incriminen a personajes de la política a funcionarios públicos o a cualquier persona que se necesite hundir en un juicio. Por lo general esos testigos son reinsertados de la guerrilla o de los paramilitares, también personas encartadas en procesos por corrupción que al servir de testigos reciben beneficios a sus penas. Igualmente los hay que se prestan a testimoniar por prebendas, recibiendo protección de la Fiscalía. Algunos delincuentes utilizan esta figura para hacer extorsiones desde las cárceles, amenazando a las victimas con testimonios falsos.

El ciudadano común y corriente se pregunta la razón de este macabro sistema. ¿Por qué hacen eso? Repito, por plata, por intereses de cualquier tipo, por afán de perjudicar a otros o por obtener ventajas que la ley da a quien testimonie en contra de otro para que permita esclarecer algún caso. El sistema penal acusatorio da facultad a la Fiscalía para investigar, dictar detención preventiva y acusar a los sindicados de cualquier delito. Permite legalmente que los testigos se presenten como acervo probatorio y sirvan de base para abrir juicio por parte de la justicia penal. Entendiendo que este sistema es utilizado en países como Estados Unidos y otros con éxito, en Colombia lo están usando perversamente con fines e intereses políticos y económicos.

Quizás no se trata de cambiar o modificar el sistema penal acusatorio, más bien de establecer políticas administrativas por parte de la Fiscalía y controles al abuso de los fiscales investigadores, también imponer severas sanciones a los abogados que incurran en estas prácticas, retirarles definitivamente sus tarjetas profesionales que les impidan ejercer su profesión por estar fuera de ética. Para eso fue creado el Consejo Superior de la Judicatura que lamentablemente no ha funcionado permitiendo estas horribles prácticas que han dañado a muchas personas inocentes. Casos comprobados como el de Sigifredo López, los de testigos contra exparlamentarios como el doctor Carlos García Orjuela quien perdió su investidura y lo mantuvieron preso injustamente para luego declararlo inocente, el tan sonado caso de Habiz Hazbun, el hombre que fue acusado de ser el autor del crimen de Galán y que murió 15 días después de permanecer preso injustamente. Son muchos los casos que se podrían referir como víctimas. Hay que poner fin a este sórdido sistema de testigos falsos, es tarea de la justicia si quiere recuperar la credibilidad y confianza de los colombianos.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional