Diego Arango Osorio | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Abril de 2016

POLÍTICA SOCIAL

Paz sin trabajo no es paz

 

ESTAMOS en el marco de un proceso de paz, aun no se conoce nada sobre el documento definitivo, pero lo más probable es que pronto se publique y venga el plebiscito.

Pero más allá de eso, una paz sin trabajo, no es paz. No se ha oído hablar por ningún lado de un proyecto estructurado a nivel nacional, para garantizar el empleo de mucha gente y menos de impulsarlo con motivo del proceso de paz. Ni el Gobierno, ni los partidos políticos tanto de la unidad nacional como de la oposición, menos a las Farc, ni la comunidad internacional se refieren al tema, pareciera que a nadie se le ocurriera que para que haya paz debe haber trabajo.

Estuve conversando con el presidente del Partido Conservador, David Barguil, respecto a la posición de esta colectividad frente al tema del trabajo, a lo cual se mostró muy interesado, pues considera que esa es una preocupación conservadora. El asunto de alguna manera tiene que ver con la decisión de apoyar o no la firma del proceso de paz en las condiciones planteadas por el Gobierno. Las exigencias de la guerrilla preocupan a esta colectividad por considerarlas excesivas y desproporcionadas. No obstante, la decisión democrática no es del presidente del partido, es colegiada, es del directorio nacional y de la bancada parlamentaria, es una decisión de fondo que de manera responsable aspiran tomarla.

Pero en cuanto al trabajo, con participación en el Gobierno o sin ella, el Partido Conservador debe tomar esta bandera que es sentida a nivel nacional. La gran mayoría de las encíclicas sociales que construyeron la doctrina social de la Iglesia, son parte fundamental del ideario conservador, en ellas el derecho, protección y promoción al trabajo son pilares sobre los que recae una paz firme y duradera.

Es el momento para que el Partido Conservador lance un proyecto agresivo y consistente para la creación de nuevos empleos, plazas de trabajo, la formalización del subempleo, la estabilidad de los empleos actuales, la utilización de las nuevas formas de trabajo, la tecnología y el avance del país. Si la firma del proceso de paz se da como es de esperar, las expectativas del Gobierno serán el llamado a grandes capitales internacionales de inversionistas en muchos sectores de la economía, la repatriación de dineros nacionales fugados, ayudas financieras provenientes del mercado nacional e internacional, entonces deberá existir un proyecto que impulse e incentive la mano de obra, habrá que calificarla, formar, preparar y educar para el trabajo. Esto es tarea para un partido político y creo que es una gran oportunidad para el Partido Conservador. Paz sin trabajo no es paz.

arangodiego@hotmail.com