Los viejos, al paredón…
Ha informado la prensa que el próximo ministro de Salud será el doctor Alejandro Gaviria.
De confirmarse la noticia, debemos pensar que el presidente Santos habría tenido en cuenta no solamente la prestigiosa hoja de vida del connotado economista sino su pensamiento político, aplicado a las grandes reformas sociales que demanda nuestro país.
Se ha despertado, sin embargo, una razonable inquietud, pues un apreciado corresponsal nos recuerda que el doctor Alejandro Gaviria, sin expresar opinión adversa alguna a su contenido, acogió en su columna de El Espectador.com del 15 de abril del presente año, un documento socialmente regresivo, que podría despertar la indignación de miles de colombianos que resultarían afectados en sus derechos fundamentales de llegarse a aplicar los principios en que se sustenta dicho documento.
Ocurrió que el doctor Gaviria, según su curiosa versión, encontró en la sala de espera de un aeropuerto colombiano un documento que habría dejado olvidado un funcionario de una empresa multinacional, en el cual se plantean “algunas propuestas sobre cómo resolver la crisis fiscal del primer mundo”.
Por su contenido, el columnista decidió traducirlo y hacerlo conocer, pero sin decirles a sus lectores si lo rechazaba o estaba de acuerdo con las recomendaciones denigrantes que se hacen en dicho documento y según las cuales los seres humanos de edad provecta deben ser considerados como indeseables. Para el autor del documento, las nuevas generaciones “no deberían pagar por el exceso de años de vida de una generación privilegiada”, y, en este sentido, “las reformas para evitar un crecimiento insostenible de los costos de salud y pensiones son inaplazables”.
Padecemos -lo confesamos- de optimismo extremo, y sobre esta base pensamos que lo que el doctor Gaviria quiso fue alertar a los colombianos sobre la orientación económica y política que podría tener la inminente reforma pensional anunciada por el Gobierno, si se acogieren los siguientes planteamientos consignados en el mencionado documento: 1) El riesgo del envejecimiento es la principal amenaza para la sostenibilidad fiscal del mundo; 2) El riesgo del envejecimiento no solo constituye una amenaza para la sostenibilidad fiscal sino que también afecta la sostenibilidad de los sistemas de salud; 3) La generación que causó la crisis tendrá que asumir los costos de su resolución, y 4) Resulta oneroso para la sociedad asumir el costo de las distorsiones demográficas individuales.
“Las vidas cortas constituyen un imperativo ético, habida cuenta de los problemas económicas actuales”, concluye finalmente el monstruoso documento que reveló el doctor Gaviria.
Si él no está de acuerdo con esa tabla de antiderechos, bienvenido sea su nombramiento. Pero si, en cambio, resuelve aceptar el Ministerio para ejecutar esas políticas regresivas, que se atenga el Gobierno a la ola de protesta nacional que se levantará para evitar que se consume ese nuevo asalto del neoliberalismo contra los derechos humanos, tendencia que, para desgracia, cuenta con numerosos oficiantes en la elite política y económica colombiana.
Sería una forma de pasar a los viejos al paredón de fusilamiento.