Dicen que la Vía Láctea, nuestro vecindario, tiene más de 200 mil millones de estrellas y un diámetro de 100 mil años luz y que existen unos dos mil billones de galaxias en un universo que tendría un diámetro de unos 93 mil millones de años luz y que apareció hace unos 13.800 millones de años. No hay evidencia científica de nada de eso. Son cálculos basados en datos indemostrables. Interrogada la Inteligencia Artificial sobre el tema explica con cierta exactitud las más grandes teorías “científicas” (teorías, al fin y al cabo) de cómo se formó el universo. Entre ellas la más popular, el Big Bang.
Según esta teoría en un instante, supongamos que hace 13.800 millones de años, una partícula infinitesimal de energía sin masa empezó a desintegrarse y aparecieron rápidamente (hablamos de fracciones infinitesimales de segundo) otras que chocaron entre sí y formaron el tiempo y la temperatura. Luego empezaron a formar partículas elementales como el isótopo de hidrógeno. Todo se expandió. Un segundo después ya tenía 10 centímetros. 300 mil años más tarde aparecieron los átomos. Y de ahí en adelante hasta lo que conocemos.
Físicos como Planck (mecánica cuántica) y Peter Higgs (bosón de Higgs) dieron algún fundamento científico a la teoría. Sus tesis han sido comprobadas en cierta forma por el acelerador de CERN.
Yo no discuto la parte científica del Big Bang. Mi punto es: qué había antes de la “explosión” y por qué se produjo. Los romanos decían “exnihilo, nihil” (de la nada no sale nada). Antes no había nada, ni luz, ni oscuridad (a menos que definamos la oscuridad como ausencia de luz, en cuyo hablamos de que “había ausencia de algo inexistente”), ni energía. Los científicos no dan respuesta a esta pregunta.
Stephen Hawking dijo que la pregunta en sí no tiene sentido porque “el cosmos se creó de la nada. La creación espontánea es la razón de que haya algo en lugar de nada, es la razón por la que existe el universo”. Esa afirmación no tiene prueba y, como nos enseñan a los abogados, lo que no tiene prueba no existe. "Uno no puede probar que Dios no existe", le dijo a la ABC, pero "la ciencia hace a Dios innecesario". Tampoco lo probó.
Uno puede decir que no se puede probar la existencia de Dios (en positivo) y, si no había nada, tampoco Dios. Y si no había Dios, tampoco Big Bang. Pero aquí estamos.
La Biblia da una respuesta no científica sino teológica: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra … Y dijo Dios: sea la luz y fue la luz fue hecha. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.” La misma Biblia dice que “A Dios nadie lo ha visto nunca” (Juan 1, 18), ni aún Moisés de quien habla el Éxodo (3, 1-6) en el caso de la zarza ardiente: “Cuando Yahvé vio que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza: ‘¡Moisés, Moisés!’. Él respondió: ‘Aquí estoy’. 5Le dijo: ‘No te acerques aquí; quítate las sandalias que llevas puestas, porque el lugar que pisas es suelo sagrado. ‘Y añadió: ‘Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’. Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios”.
El porqué de la existencia de Dios es un misterio insondable que no lograremos aclarar ni vivos ni muertos. No lo podemos ver sino con los ojos de la fe.