El Estado y la riqueza | El Nuevo Siglo
Martes, 22 de Marzo de 2022

Uno de los mayores problemas de las sociedades latinoamericanas es la falta de comprensión del funcionamiento del Estado y de las formas como se genera y se obtiene la riqueza. La ignorancia en estos temas es uno de los causantes de la constante seducción por el populismo y del pobre debate político electoral de la región. Colombia no se queda atrás, las personas parecieran sentir tranquilidad cuando escuchan que el Estado es quien va a financiar “x o y” gasto, y aplauden los anuncios de más subsidios que se multiplican exponencialmente en unas elecciones por políticos de todos los partidos.

La mejor herramienta para combatir el populismo debería ser una lección de economía básica en colegios, explicarles a los niños de donde viene la riqueza y cómo se financia el Estado. En Libertank estamos haciendo esta tarea en todos los colegios que nos quieran recibir.

Empecemos hablando de la riqueza. La mejor explicación a sus fuentes de generación y obtención la encontré hace poco en el libro “El economista callejero” del chileno Axel Kaiser. La única forma posible para crear riqueza es a través del trabajo. El del empresario, el del trabajador, el del informal. En la historia de la humanidad hemos trabajado para generar algún bien que podamos intercambiar, podrían ser animales, artesanías o dinero. Todos los días millones de personas en todo el mundo trabajan, para luego intercambiar y así crean riqueza. Cuando intercambiamos hacemos un canje de un porcentaje de nuestro trabajo por un porcentaje del trabajo de otro, en estas transacciones siempre las dos partes ganan.

Como la riqueza es generada por el trabajo, y este es ilimitado y además crece de manera exponencial e inversa con la productividad (cada vez podemos generar más, con menos), la riqueza no es como la torta de la que tanto les gusta a los socialistas hablar, es decir si alguien la obtiene no es producto de quitársela a otro, si no resultado de su propio esfuerzo. Todos los días se genera nueva riqueza, y por esto en los últimos dos siglos la pobreza se ha reducido de manera exponencial en el mundo entero.

La riqueza solo se genera con trabajo, pero se puede obtener de dos maneras: a través del trabajo propio, o a través del trabajo de los demás. El Estado no tiene la capacidad de crear riqueza, pues no produce nada y entonces no tiene nada que ofrecer en un intercambio. Para financiarse, el Estado obtiene riqueza del trabajo de los demás, usando la amenaza de la fuerza a través los impuestos. Cada vez que los gobiernos gastan, están usando una parte del trabajo de las personas para hacerlo. Se gastan entonces el trabajo de los demás, y como no les cuesta nada producirlo pues no tienen ningún problema en gastarlo mal y de manera ineficiente.

Entendiendo esto, sabemos entonces que cuando exigimos un subsidio, le estamos ordenando al Estado que le quite del trabajo a unos (generalmente a los que trabajan más), para dárselo a otros (generalmente los que trabajan menos o no lo hacen). También cuando le decimos que gaste más, le estamos ordenando a quitarle más al trabajador. Le pregunto, si le quitan el 90% del fruto de su trabajo ¿usted estaría dispuesto a trabajar?