El hábito sí hace al monje | El Nuevo Siglo
Jueves, 14 de Octubre de 2021

No basta con ser, sino que hay también que parecerse y el hábito sí hace al monje. Dos adagios que hemos escuchado desde niños. Este último es originalmente en negación, pero esta es mi versión en positivo.

Las insignias y símbolos distintivos de los ejércitos fueron necesarios desde el primer momento. Así por ejemplo las Águilas Romanas mostraban la posición del comandante. Los colores en los primeros uniformes de los ejércitos británicos, hacia el siglo XVI, fueron muy importantes. No solo para distinguirlos de los enemigos sino para elevar la moral de los sodados. Un coronel se distinguía de un capitán por el color de su uniforme o insignias. Se diseñaban uniformes para impresionar al enemigo. Mostrarle su destreza marcial, subir la moral de los ejércitos y demostrar la importancia de la fuerza armada que se representaba en el campo de batalla.

La razón de ser del uniforme era establecer una disciplina. Y según muchos es la esencia de la eficiencia. Hombres y mujeres vestidos igual dan la impresión de ser una sola máquina y generan un gran orgullo. Orgullo que se irradia y por ende inspiran respeto. Inspira a nuevos soldados y policías. Muchos los verán impecables en su uniforme y querrán ser como ellos.

Tal cual ver un cambio de guardia en el palacio de Buckingham en Londres. Pura perfección. Que se traduce en respeto y eficiencia. Pues el respeto, el temor a la ley, el uniforme, la institución, hacen que se respeten las instituciones y probablemente baje la criminalidad.

A veces hay que compararse para revisar qué estamos haciendo bien o mal.

Estos apuntes históricos que se refieren al origen de los uniformes, en especial en los ejércitos británicos, sirven para que la policía nacional de Colombia se pregunte en qué está convirtiendo y adónde quiere llevar a su desmoralizada institución después de tanto rechazo gubernamental y social.

No sé si subsiste alguna motivación para ser policía. Estar dispuesto a que lo disfracen de bouncer de discoteca.  Pues sí, el nuevo uniforme es horrible y carente de todo sentido del gusto, estética, carácter y simbología.

Un general no parece un general sino un bouncer senior. Es vergonzoso que en vez de pensar en fortalecer una institución el mensaje que se quiere transmitir es ridiculizarlo. Menos respeto. Se trata de imitar el uniforme británico de la policía en versión colombiana. Me recuerda un grupo de mariachis gringos (todos nórdicos, lampiños, rojos del calor y de dos metros de altura) que vi en el Disneyland de Anaheim en California hace mucho tiempo. Ridículos. No hay otra palabra para definirlos. Y así se ven nuestros policías.

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Aunque Monómeros desconoció el decreto Guaidó ¿Qué validez jurídica tendría en Colombia el decreto emitido para la reestructuración de Monómeros Colombo Venezolanos S.A.? ¿Qué legalidad y seguridad jurídica tendría cualquier recomendación, pronunciamiento y directriz emitida por Supersociedades en Colombia con fundamento en un decreto emitido por un presidente interino?

 

juanfelipereyes@hotmail.com