En Colombia, la década del 60 del siglo anterior sería la del reinado ciclístico de Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, aunque sin embargo, el primer boyacense en coronarse en una vuelta a Colombia lo sería, en 1962, Roberto “pajarito” Buitrago, quién le sacó tan sólo ocho segundos a Cochise. Ahí, en ese duelo de antioqueños y boyacenses, empiezan a tomar nombre muchos ciclistas, pues surgen los equipos patrocinados, así como clásicas de las cadenas radiales y vueltas departamentales en diferentes puntos de la geografía colombiana.
No deja de seguir siendo este un homenaje también a Rafael Antonio Niño Munévar, por eso se decía "Cucaita nunca falla, con un Niño de esta talla", quién está próximo a cumplir 70 años. Niño es el único séxtuple campeón de la “Vuelta a Colombia”, lo cual logró en 1970, 1973, 1975, 1977, 1978 y 1980; quíntuple campeón del clásico RCN; ganador de la corona a “Mejor Novato” en 1970 y, además participó en 11 vueltas a Colombia habiendo sido ganador de 13 etapas, con lo cual rompió todos los moldes del ciclismo colombiano para convertirse en el máximo ganador del giro nacional, así como uno de los primeros escarabajos colombianos en haber llegado a un equipo profesional europeo en 1973, lo cual le permitió regresar en 1987 para dirigir el equipo “Café de Colombia”, empezando también ahí los triunfos del sogamoseño Fabio Parra.
Se ha dicho de Rafael Antonio, que es "el hombre elemental, el hombre bueno, tiene las manos limpias y el corazón sereno", para quien la gloria ha sido avanzar y él mismo dice que nunca se ha creído superior al mismo “Cochise”.
Su primer premio fueron treinta mil pesos, una radiola y una bicicleta, fruto de un partido de fútbol en el estadio de la Independencia de Tunja, con lo cual su departamento, Boyacá, le dio a su gran héroe el único reconocimiento que tuvo por su primer triunfo. Posteriormente, Niño acaparó casi todos los premios en una sola vuelta ciclística y, junto con Oliverio Rincón, ha sido el único novato que en la misma prueba ha ganado la “Vuelta a Colombia”, siendo también considerado con Luis “Lucho” Herrera y con Patrocinio Jiménez, uno de los mejores escaladores de Colombia, a lo cual se le suman otros como Santiago Botero, Rigoberto Urán y Nairo Quintana Rojas.
“Fael”, como lo conocen sus amigos, durante sus 14 años de vida ciclística utilizó 60 bicicletas, 1.500 tubulares y carimañolas, 300 camisetas, 100 buzos, 400 cachuchas, 220 pares de guantes y 50 pares de zapatillas; recibió más de 400 trofeos, recorrió más de medio millón de kilómetros en bicicleta; estuvo sentado en el sillín de su cicla más de 12000 horas, tuvo 60 compañeros en diversos equipos y participó en 1400 competencias, pero también tuvo caídas estruendosas, que fueron 60 y más las de dos maltrechos matrimonios que le dejaron 7 hijos.
No puedo dejar de hacerle un homenaje a otros paisanos, al “Rubio de Ramiriquí” o “el viejo Patro”, José Patrocinio Jiménez Bautista, Roberto “el pajarito” Buitrago Dueñas, Miguel Samacá Hernández; “el caballero de las bielas” don Plinio Ildefonso Casas Buitrago; Arturo Matamoros, Cristóbal Pérez Leal, Rafael Acevedo Porras, Israel el “Condorito” Corredor Fonseca, José Francisco Rodríguez Maldonado, Oliverio Rincón Quintana, Fabio Enrique Parra Pinto, Álvaro Sierra Peña, Luis Edgar Espinoza Sepúlveda, Israel Antonio Ochoa Plazas, José Jaime “Chepe” González Pico, Miguel Ángel Sanabria Acevedo, Jahir Humberto Bernal Sepúlveda, Libardo Niño Corredor, Iván Ramiro Parra Pinto, José Joaquín Castelblanco Romero, Giovanni Manuel Báez Álvarez, Freddy Emir Montaña Cadena, Fabio Niño Munévar, Miguel Casas, Fabio Casas, Iván Mauricio Casas, Mauricio Neisa, el maestro Serafín Bernal Parada, y los otros gregarios que han pedaleado con orgullo el nombre de Boyacá.
hernanolano@gmail.com
www.hernanolano.org