Gustavo Petro Urrego, la estrella más rutilante de los medios, volvió al balconazo el lunes. Desde su mirador, con su esposa, que no tenía buen semblante, volvió a cargar con el lumpen de proletariados embrutecidos y drogados de siempre. Han sido 40 años de experiencias, y aunque no es bueno recordarlo, han sido decenas de ensayos que nos han dejado los resultados actuales.
Que El Capital, como su libro favorito, que Simón Bolívar, que Hegel, que la Revolución en Marcha, que Jorge Eliecer Gaitán, que el General José María Melo, que Alfonso López Pumarejo que, en fin, un balance de personajes todos vinculados al proceso histórico colombiano.
“El terror sobre el pueblo campesino fue creciendo hasta que asesinaron a una de las personas que quería desarrollar eso que se llamó la revolución en marcha: Jorge Eliécer Gaitán”, dijo desde la tribuna de la Casa de Nariño, donde también invitó a los campesinos a levantarse.
Pues ha de saber el mencionado presidente que el campesinado en Colombia es el mínimo de la población y que el 80 % de los pobladores conforman el hábitat citadino de los colombianos, mientras solamente el 20% de los moradores integran la parte rural.
Germán Vargas Lleras, líder del partido Cambio Radical, también se refirió a las palabras del presidente y las calificó de ‘inmensa gravedad’. “Una retórica dictatorial llena de falacias, amenazas y egocentrismo. Se sabía que Petro no iba a respetar las instituciones ni la democracia. Esperemos que su contundente fracaso gobernando le impida robarse el poder”, manifestó a través de su Twitter.
La sensación de que las cosas están empeorando pasó del 48% a 73% en las encuestas y su desaprobación sobre el desempeño presidencial saltó del 20% al 57%.
Y todo eso se enmarca en el concepto de "Paz Total" por el cual se convierte en la búsqueda de la paz, en una política de Estado.
“Que viva la primera línea (…) a estos jóvenes les dieron bala hace dos años. algunos fueron vilmente asesinados, a otros los encarcelaron y a otros les sacaron los ojos…”, dijo la vicepresidenta Francia Márquez en el barrio obrero en Cali. Ahí tienen otro desaguisado.
Termina una semana de crisis política. Se han cambiado en total a 10 ministros del gabinete, y preocupa que, en carteras esenciales como Hacienda e Interior, no permanecen los mismos.
Quien invitó a los medios lo convirtieron a Petro en lucero latinoamericano proyectando su imagen de redentor social. En diez meses de gobierno ha viajado nueve veces al exterior. Pero ahí tiene a Lulla da Silva, como su competidor. O a Maduro.
La revolución marxista ha llegado. Así lo niegue desde Madrid.