Elevar la vibra | El Nuevo Siglo
Viernes, 23 de Julio de 2021

He venido observando las emociones primarias que surgen en las personas con relación al contagio por covid-19. Por ello creo fundamental subir la frecuencia en la que estamos vibrando.

Con todo esto que pasa alrededor del covid-19, independientemente de si fue creado o no, de si las personas se hacen vacunar o no, las emociones se han exacerbado. Esto, como todos los fenómenos de la existencia, es algo multicausal.  ¿Qué genera el miedo en las personas? El miedo es una emoción connatural a la existencia, que sirve para alertarnos ante el peligro y actuar oportunamente en defensa de la vida.  El asunto se complica cuando el miedo se instala en nosotros y de transeúnte con una función específica se convierte en un habitante que nos desplaza emocionalmente. Ahí emergen la angustia, el pánico, la paranoia, la parálisis o la acción desesperada. Cuando el miedo escala, nos descentramos, se nos nubla la consciencia, el darnos cuenta de que estamos conectados y protegidos por una fuerza mayor a nosotros.

A este escalamiento del temor contribuyen otros factores externos: el miedo compartido familiar y socialmente, que retroalimenta el propio; la información que se tenga sobre el origen de las enfermedades que hacemos, no que nos “dan”; la relación que tengamos con la muerte, destino hacia el cual vamos todos haciendo fila: morimos cuando corresponde; el contagio extendido, que es real, como el de la gripe; las noticias sobre muertes y las complicaciones de salud de muchas personas…Cada quien se relaciona ante estos estímulos de manera diferente, cada quien va en su proceso.

Sobre que somos energía, que todo es energía, ya no caben dudas, lo creamos o no. Ello ha pasado de ser una creencia que se tipifica como charlatanería de la nueva era a ser una evidencia desde las ciencias: la dinámica de la vida es energética y, al menos en este planeta, todo responde al electromagnetismo y la gravedad. Es por ello que sabemos que las enfermedades tienen que ver con las emociones y todas ellas con la energía; es cuestión de frecuencias. 

El miedo tiene una frecuencia vibracional bastante baja. Cuando se instala en nosotros, el miedo afecta nuestro sistema inmunológico, lo debilita y nos hacemos más vulnerables a desarrollar alguna enfermedad. La maravillosa noticia es que podemos hacernos cargo de lo que nos ocurre y tomar acciones concretas para mantener nuestro sistema inmunológico en las mejores condiciones posibles.

¿Qué podemos hacer para cuidarnos y cuidar?  Alimentarnos sanamente, hacer ejercicio, meditar, orar, respirar conscientemente, caminar descalzos sobre el pasto y tener contacto con la naturaleza, soltar emociones de baja frecuencia… Todo ello nos permite integrar y trascender el miedo, subir la frecuencia y estar protegidos.

IG: edoxvargas