La inflación y la especulación amargarán la navidad de los colombianos, que día a día ven con asombro cómo los efectos de la pandemia no han cesado, no por acción del covid19, sino por la inexistencia de un frente común que oriente la economía con medidas racionales de recuperación y defensa de los consumidores.
Expertos calculan que la inflación puede ubicarse este año en el 13%, ya que al finalizar noviembre será del 12.34%.
Al Emisor le brillan los ojos para elevar un punto más la tasa y llevarla al 13%. Mi amigo Fernando Barrero, experimentado periodista económico, me aclaró que los bancos centrales utilizan ese mecanismo en tiempos inflacionarios. Esa era la teoría de los sabios financieros de MIT y Harvard. Pero han aparecido, otros sistemas que con éxito han logrado excelentes resultados, con los que controlan las devaluaciones y los precios de los bienes de consumo, la inflación.
Si el Emisor solo mira las tasas, disminuirá los consumos familiares, pero a precios tan escandalosos que empujarán la inflación y la pobreza.
Ya lo advirtió el presidente Petro, cuando explicó que la canasta familiar está manejada por la especulación. Por ejemplo, la carne, la comida en general, la electricidad -en un país que mantiene repletas las represas por el invierno- los arriendos y demás consumos, sobrepasan los presupuestos de la población.
Dijo, con toda razón, que la riqueza se concentra en los dueños de medios de producción, para manejar a su antojo los precios.
Durante la navidad habrá, quiérase o no, una explosión del consumo, tras estos dos años de penurias y limitaciones generadas por la pandemia. Habrá una especie de liberación que invadirá comercios y disparará las ventas para compensar la escasez que padecieron familias y comunidades.
La banca, el comercio y el sector financiero, serán los beneficiados porque las utilidades los inundarán con el crédito que, a nivel de usura, se aplicarán, sin miramiento a los colombianos pospandemia.
En enero y de ahí en adelante, tarjetas de crédito, prestamistas y agiotistas, verán a su clientela desfilar por juzgados, tribunales, tinterillos y oficinas de cobranzas que los exprimirán, asfixiarán y arruinarán.
Entre tanto, el dólar continuará su carrera alcista, porque el Emisor no actúa. Deja el mercado cambiario a la deriva. No saca reservas para impedir la carrera desbocada, especulativa e inflacionaria que trae la divisa.
Todo esto nos conducirá a un incremento desmedido del salario mínimo, que cuando sea recibido por la fuerza laboral, ya no tendrá valor alguno. La especulación, la inflación y el enriquecimiento del sector financiero, aguarán esta navidad a toda Colombia.
CUATRO COLEGAS: Felicitaciones a Daniel Coronell, Periodista del Año del Premio Bolívar. Gran e indiscutible merecimiento.
Tras una vida ejemplar, Lucy Nieto deja su extraordinaria columna que escribe desde 1963.
Ineludible galardón otorgó el Premio Bolívar a Fidel Cano, digno sucesor de una estirpe y un linaje.
Nuestro entrañable amigo Juan Gossaín, sigue luchando por su brillante vida. Lo acompañamos con nuestras oraciones.