A los delfines los están masacrando en Colombia. Sí a esos carismáticos cetáceos, a los que admiramos por su aguda inteligencia y sentido de protección, esos a los que nuestros hijos aman y a los que nosotros de pequeños veíamos con afecto, pero cuando adultos nos dejamos llevar por la antipatía del sistema y les terminamos dando la espalda, los que ignoramos a pesar de su sacrificio en aras de que a nuestras mesas llegue el preciado atún.
Mediante Resolución 1908 del 14 de septiembre de 2017, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible declaró reserva el Distrito Nacional de Manejo Integrado Yuruparí-Malpelo, colindante con la reserva de Fauna y Flora de Malpelo, con una extensión de dos millones Seiscientas Noventa y un mil novecientas ochenta y una hectáreas (2.691.981 Ha), área destinada al aprovechamiento sostenible y responsable, la conservación, el conocimiento y a la garantía de la conectividad ecosistémica.
Consecuente con la naturaleza de zona de reserva la mencionada resolución delegó la administración y manejo del Distrito en Parque Nacionales Naturales haciendo énfasis en prohibir las actividades diferentes al uso sostenible, la preservación, restauración conocimiento y disfrute dentro del marco legal, al punto que se encuentra incluido en el Registro Único de Áreas Protegidas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, Sinap.
Para sorpresa de todos, al menos de quienes queremos legar un futuro biodiverso a las generaciones futuras, hace una semana la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) expidió la Resolución 2014 mediante la cual se reglamenta la actividad pesquera industrial en el Distrito Yuruparí - Malpelo, autorizando la pesca de atunes asociados con mamíferos marinos, pero con patente de corso para matar a mansalva a los delfines. Así se desprende del parágrafo de su artículo tercero. Es decir, el Distrito es una reserva, pero se permite la pesca en condiciones iguales a cualquier otro espacio que no tenga tal nivel de protección, una reserva de mentiritas a disposición de los pescadores industriales. Esto no es serio ¿Cuál es el trato diferenciado? ¿Dónde está el plan de manejo para el Distrito?
Las sorpresas no paran aquí, revisando el famoso Límite de Mortalidad de Delfines -LMD-, que no es otra cosa que la cifra anual de muertes de delfines autorizadas a los barcos pesqueros industriales, encontramos que en Colombia la Aunap ha autorizado la muerte injustificada de cerca de seis mil delfines en los últimos diez años; lo triste del tema es que esas cifras se autorizan dizque para garantizar la explotación racional de los recursos pesqueros, pero de año a año se viene autorizando la muerte de aproximadamente seiscientos individuos como si la disponibilidad fuera la misma, el año que menos autorizaron fue 2016 cuando permitieron la masacre de quinientos cincuenta.
La realidad es cruda, el control de ese límite es un mal chiste, es un mar de dudas, con seguridad por esas licencias pagan chichiguas que no compensan en nada el daño que causan, como si fuera poco se dan el lujo de arrasar especies vulnerables ¿Saben que este 2021 los pesqueros industriales podrán asesinar a 561 delfines en nuestros mares?
@LuisDGomezM, @ludogomezm, luisdomingosim@gmail.com