ERNESTO RODRÍGUEZ MEDINA | El Nuevo Siglo
Sábado, 19 de Noviembre de 2011

El poder de la convocatoria digital

 

El poder, la profundidad y el dramatismo del cambio tecnológico, lo acaba de vivir nuestro país con las sucesivas y sincronizadas marchas universitarias contra la reforma educativa. El uso extensivo e intensivo de las redes sociales digitales le permitieron adueñarse de las calles a miles de jóvenes ante la impotencia de unas autoridades educativas que nunca parecieron tener cabal sentido y dimensión de lo que estaba sucediendo.

La terquedad de una Ministra de Educación puso en entredicho la gobernabilidad de la actual administración. Afortunadamente la sensatez y ese sentido realista de la política del presidente Santos terminaron por imponerse. Pero es bueno hacer unas reflexiones sobre la lección que nos dejaron las jornadas de protesta.

Ante todo hemos de calibrar la madurez del movimiento y la seriedad con que fue asumido. Sabedores de que si éste era presa fácil de los anarquistas, los líderes estudiantiles estuvieron atentos a que la protesta no se saliera de cauce. Y aquí el manejo de las consignas y el constante monitoreo de los movimientos de protesta fue clave. Empleando a fondo todos los enlaces que brinda la red de redes, minuto a minuto un ejército de coordinadores, llevaron hasta sus últimas y exitosas consecuencias la confrontación. Realmente fue un pulso entre un Estado paquidérmico, acostumbrado a responder jurásicamente, y una generación, con armas, necesidades y expectativas, acordes con los tiempos que corren. Respuestas de ayer a preguntas de hoy.

Lo que ahora debe hacer el Gobierno es decantar experiencias y de una derrota casi vergonzante sacar una victoria contundente que no podrá ser otra que aprovechar la oportunidad para consensuar una reforma del sistema educativo que tenga como gran norte ese mismo cambio tecnológico. El ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Diego Molano, ha sido el gran abanderado de esa revolución. Es el momento de que el Presidente y sus colegas de gabinete hundan a fondo el acelerador en esa dirección, la única posible.

Las TIC y su uso masivo es el gran atajo para acelerar todas las reformas necesarias. No sólo por el sentido de oportunidad sino por los mismos costos. De lo que se trata es de democratizar la educación superior y ampliar la base de oportunidades y solamente a través del entramado digital se lograrán grandes metas. La universidad colombiana, especialmente en sus cotas altas, no puede seguir dictándose magistralmente, con tiza y tablero. Señor presidente: use las mismas armas con que fue confrontado y apoye a fondo la digitalización del país.

Adenda

El pobre Timochenko se ganó la lotería del tigre. Si regresa al país su único destino será vivir huyendo con el rabo entre las piernas...

ernestorodriguezmedina@gmail.com