Una propuesta desatinada e ilegal
Cuando Petro se lanzó a la Alcaldía bogotana, lo apoyamos por ser un referente democrático. Sin embargo, estando de acuerdo con nuestra línea editorial con el tema de la fidelidad programática y el mejor servicio a los usuarios, sinceramente creemos que si el nuevo burgomaestre insiste en la fusión empresarial de los operadores distritales, puede equivocarse en materia grave.
Nuestro electo alcalde parece estar olvidando el desastroso caso de Emcali que terminó lastimosamente intervenida por la Superservicios y de las mismas EPM, de Medellín, que tuvo que escindir su operación de telecomunicaciones (UNE) precisamente porque necesitaba eficiencia en un mercado sujeto a una competencia feroz y para poder hacerlo no podía cargar con el lastre de una monopólica y paquidérmica estructura como era la de unas EMP integradas.
El tema de la rentabilidad es indiscutible. Se necesita ser muy mal administrador para quebrar un monopolio, sin embargo, hay gente que lo hace y los ejemplos colombianos al respecto abundan. El problema está en su naturaleza que permite esconder muchas ineficiencias que el inversionista privado está interesado en evidenciar y solucionar, mas no el público. Cabe entonces preguntar: ¿es deficitario el Acueducto de Bogotá y la misma ETB, o es que están mal administrados? ¿Será eficiente la EEB o será que por ser muy rentable -por sus abusivas tarifas- da para tapar las deficiencias?
En todo caso, si no es posible determinarlo con exactitud tal como hoy están funcionando, lo único que lograría el fusionarlas será tapar aún más esas falencias, que se convertirán en un Leviatán ingobernable que tendría muy mal final.
Pero lo más grave es que la motivación de Petro -cubrir el déficit de un servicio con el superávit de otro- va en contra de la misma ley. Él olvida que, conforme a la Ley 142 de 1994, en los servicios de acueducto y energía el detentar más de 25% del mercado se da la figura del operador dominante y los subsidios cruzados son prácticas contrarias a la libre competencia, pues la Ley ordena textualmente que para fijar tarifas “los criterios de eficiencia y suficiencia financiera tendrán prioridad en la definición del régimen tarifario”.
Como si fuera poco la Ley 1341 del 2009, aplicable a los servicios de la ETB, prohíbe los subsidios cruzados y los sanciona junto con la no adopción de contabilidad separada.
Está claro que el resultado que se logra sería ineficiente y la motivación petrista ilegal. Más bien, con sus desatinadas declaraciones está afectando los ahorros de muchas familias que de buena fe creyeron en la transparencia y despolitización del futuro de los servicios. Y aquí cabe, también, alertar sobre el plan de llevar el Metro hasta Suba, pensando sólo en el mercado electoral de la izquierda. Doctor Petro, ¡siga botando asesores que le hacen meter la pata!