Ernesto Rodríguez Medina | El Nuevo Siglo
Sábado, 12 de Septiembre de 2015

OPINIÓN ORBITAL

Cuentas claras y chocolate espeso 

Desde los tiempos inmemoriales del famoso Mono de la Pila, los bogotanos conocemos este adagio y una buena oportunidad para aplicarlo, como es debido, se nos presenta con la elección del nuevo Alcalde Mayor. Al hacerlo es de elemental justicia comenzar con la candidatura de la izquierda que, incluso, ha tratado de usarlo como lema de campaña para asociarlo al nombre de su candidata. Esa claridad dejaría al descubierto la culpa de las últimas tres administraciones, todas del Polo, en la postración capitalina. La del cuentachistes Garzón, la  del corrupto Samuel y la del inepto Petro. Los tres han tenido un cordón umbilical que los caracteriza: la baja calidad del recurso humano que ha integrado la nómina distrital y la propia gestión administrativa en todos los sectores y niveles. La absoluta falta de planificación general y programación sectorial y la sistemática improvisación emocional que inspira toda la gobernabilidad. 

Como lamentable resultado de esta infortunada parábola oficial hoy Bogotá está colapsada en casi todos sus frentes. Movilidad, estado de las vías, suciedad en su inmobiliario urbano, déficit de vivienda popular, construcciones escolares, mala educación ciudadana, intolerancia, etc., etc., etc. Culpa colectiva de una izquierda incompetente y revanchista. Otra responsabilidad colectiva correría por cuenta de la insensatez de los partidos tradicionales, el conservatismo y el liberalismo con sus ramas en Cambio Radical y en La U. Una verdadera lástima que el más afectado por esta situación sea Rafael Pardo, cuya candidatura honesta y seria, sería una buena opción en tiempos sin crisis, pero no para esta oportunidad que está demandado preparación, audacia y visión redentora para sacar a la ciudad de este hueco negro en que se encuentra.

La candidatura de Pacho Santos no es seria. Lo único serio y rentable para el Centro Democrático y para él sería retirarla en apoyo del mejor preparado, Enrique Peñalosa, que pese a sus defectos pero gracias a sus virtudes es el ideal para la coyuntura. La evidente transformación y modernización que en tres escasos años hizo de la ciudad es todavía ampliamente reconocida y añorada. Su  recio carácter, curtida experiencia y profundos conocimientos, son garantía para esta misión que hoy pareciera imposible.

<ASTERISCOS>***

<INTERTIT>Adenda

<BODY TEXT>La Comisión de Regulación de las Comunicaciones -CRC- se ha destacado, aunque a veces no ha podido defender debidamente al usuario. Un caso muy importante en regulación, fue el de la expedición del reglamento del Ritel, el cual es la forma como el Estado, siguiendo el mandato del pasado Plan de Desarrollo, concreta el derecho fundamental del usuario a poder elegir libremente su operador de servicios de pago de telefonía, Internet o televisión cerrada, y a poder disfrutar libremente de la televisión gratuita radiodifundida, al menos para aquellos que vivieran en edificaciones nuevas amparadas por esta norma.  Sin embargo, la CRC dio al traste con este suspendiendo por dos años la aplicación del reglamento, dejando nuevamente al usuario desprotegido y, lo que es peor, desconociendo el mandato legal de la Ley 1341 de 2009 de dar preferencia a las decisiones que mejor protejan al usuario. Todo ello al parecer por la presión de Camacol para maximizar sus ganancias en el negocio de las casas gratis que regala el Gobierno.

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