FERNANDO NAVAS TALERO | El Nuevo Siglo
Martes, 7 de Febrero de 2012

La sinrazón de las mayorías

Dos  y dos igual veintidós o puede ser cuatro, según la óptica con que se mire la ecuación. Esta dificultad de certeza puede ser mayor si la ecuación se resuelve no apelando a la razón sino a la decisión de las mayorías; la teoría de que las mayorías tienen la razón no es matemática, es metafísica, deriva de una creencia que no siempre se acomoda a la evidencia. Esa creencia se apoya, sencillamente, en la fuerza del número pero no en la fuerza de la argumentación racional.
Predicar que la decisión judicial obedece a una razón irrebatible no es fácil, y no lo es porque el Derecho es una ciencia social y no matemática, de ahí que lo que para un juez es negro para otro puede ser blanco dentro de un mismo orden jerárquico o en distintos escenarios. El Derecho cambia de un pueblo a otro o de acuerdo con las épocas. No obstante, las sociedades organizadas políticamente han buscado que esa incertidumbre se reduzca para brindarles a las personas seguridad jurídica.
Estos son motivos que desconciertan el espíritu frente a la sentencia del Consejo de Estado en el caso de la Fiscal General de la Nación, señora Viviane Morales. Para sus detractores, no muchos, el fallo ha sido justo y necesario; por el contrario, para otros una decisión acomodada para satisfacer presiones o factores de poder interesados en remover a la funcionaria.
Analizando el caso a la luz de la jurisprudencia y conocida la votación que tuvo la sentencia, debe entenderse que primó el arbitrio del juez colegiado. En efecto, se recuerda que cuando se discutió la reforma constitucional promovida durante el primer mandato del presidente Uribe y por medio de la cual se reinstaló la reelección inmediata, se dijo en aquella oportunidad que no era política ni jurídicamente aceptable cambiar las reglas del juego para complacer los deseos del detentador del poder; no obstante en la Corte Constitucional esta objeción no fue admitida y la enmienda pasó la prueba y se ejecutó la reforma sin contratiempo: Uribe fue reelegido.
En el caso de la fiscal general Viviane Morales se obtuvo una votación de 15 a favor de la nulidad de su elección y 9 en contra de esa propuesta y el argumento principal no fue otro que la incompetencia de la Corte para modificar su propio reglamento, en otras palabras que las reglas de juego no se pueden cambiar en la mitad del partido. Un razonamiento, mutatis mutandi, contrario al que se consideró al reestablecerse la reelección presidencial, pues en aquella ocasión las reglas del juego sí se pudieron cambiar intempestivamente para favorecer al Príncipe.
Como dicen las señoras: ¿quién los entiende? Y con más veras teniendo en cuenta las calidades y virtudes de la señora Fiscal, quien, a pesar de su corto ejercicio, deja una huella digna de encomio.