FUAD GONZALO CHACÓN | El Nuevo Siglo
Domingo, 16 de Septiembre de 2012

Los jueces del horario AAA

 

Arrancaré con una pregunta polémica: ¿Quiénes creen que Laura Moreno y Carlos Cárdenas son responsables por la muerte de Luis Colmenares? (Tranquilo amigo lector, levante la mano con confianza que yo también lo hice). Ahora, por favor, tómese un segundo y dígame ¿por qué cree que son culpables? En mi caso personal puedo decir que es porque “Séptimo Día” y una que otra emisora me han plantado esa idea fija en el subconsciente con cada nueva transmisión de un capítulo o entrevista donde tratan el tema ¿A usted también le pasa, cierto? Bienvenido pues a esta nueva vertiente del Derecho Penal que ha logrado permear todo nuestro ordenamiento jurídico.

Atrás quedaron esos tiempos oscuros en los cuales los casos se ganaban en aburridas audiencias donde tocaba guardar silencio y someterse a una serie de formalismos jurídicos que matan de somnolencia a cualquiera. Hoy día la culpabilidad se define en los medios de comunicación, allí, al aire, en caliente, máscara contra máscara, con una llamada de Julito que te obliga a vestir la armadura y saltar al cuadrilátero con el cuchillo entre los dientes, pues al otro lado de la línea está el abogado de la contraparte, el representante del Ministerio Público o cualquier otro contendor de turno. No hay reglas procesales ni límite de tiempo, no hay desacatos y tienes un público expectante que ha sintonizado el dial o el canal para ver un gran combate.

Es un Derecho distinto a todas luces, pero hasta dónde es conveniente y en qué punto puede volverse contraindicado para la salud de la Justicia misma. El mejor ejemplo para comprender esto es el caso de Sigifredo López, pues el ambiente mediático que se creó alrededor de su lamentable episodio nos convenció a más de uno que la nariz del video era suya y nos llevó a sostener irresponsablemente su culpabilidad en las redes sociales. Prácticamente la vida del hombre ha quedado destruida en menos de un mes, dado que en el imaginario colectivo ya quedó tatuada la sospecha para siempre y por ello la sociedad nunca lo podrá volver a ver de la misma manera.

Como muchos de ustedes quiero que el caso Colmenares, y en general cualquier expediente de este país, llegue a buen término y que la verdad salga a la luz, sea la que sea. Está bien que se investiguen los casos por parte de los medios de comunicación y exijan que la mano sancionatoria del Estado caiga sobre los perpetradores, pero no es correcto fungir como jueces del horario AAA, haciendo señalamientos que pueden entorpecer el trabajo de los verdaderos detentadores de esta facultad.

Obiter Dicta. 1. ¿Alguien tiene claro cuáles serán las funciones de Lucho Garzón en el gabinete de gobierno? Yo deduje dos. La primera, fungir como cuota burocrática de los Verdes y, la segunda, ser el catador oficial de la Casa de Nariño. 2. No me gustó el nuevo logo de la Marca País, es tan creativo como el de Eldorado de Vladdo. ¿Qué tenía de malo “Colombia es Pasión”?

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