Gabriel Ortiz | El Nuevo Siglo
Viernes, 22 de Enero de 2016

BLANCO Y NEGRO

Prensa amordazada

 

Por Gabriel Ortiz

El expresidente Belisario Betancur dijo momentos después de haber sido elegido para gobernarnos: “prefiero una prensa desbordada, que una prensa amordazada”. Era un momento en que negros nubarrones amenazaban la libertad de expresión en Colombia.

Y ese gran demócrata cumplió su palabra, a pesar de haber “recibido mucho palo” de los medios, como suele suceder a todos los gobiernos, porque no hay uno solo perfecto en este planeta. Cuando no son los propios gobernantes los que pecan, son sus allegados, sus áulicos, o sus inmediatos y lejanos colaboradores.

Colombia no puede ser la excepción. Hay ejemplos como los excesos en la cárcel de “la catedral”, el 8.000, el desgobierno en El Caguán, los falsos positivos, los carruseles de contratación, los carteles de ciertas industrias, los desafueros de los alzados en armas, y en general la corrupción que se ha pavoneado durante todos los gobiernos. Y ni hablar de lo que ocurre en la política, las gobernaciones, alcaldías, legislativo, judicial, sector privado y sociedad en general.

Por todas partes se observan violaciones a las normas más elementales, que solamente se frenan gracias a la libertad de prensa.

Por ello extraña el llamado del Presidente Santos, quien batalló por estos caminos de purificación y fue gran defensor de esa libertad, cuando pide a los medios abstenerse de publicar videos e imágenes, en las que se aprecia el descaro con que actúan los malhechores en esta nación.

Hemos llegado a niveles intolerables en materia de inseguridad y corrupción y puede ser que ello aumente la percepción de desgobierno, pero llegar a desconocer por parte de los medios esa situación, nos llevaría a censura o autocensura.

¡La libertad de prensa es sagrada, no se puede tocar! Cualquier fisura por microscópica que sea, abre el camino para que por allí entre la censura. Así empezaron los atropellos en Venezuela. Todos los gobernantes quieren evitar la crítica, las investigaciones periodísticas y las denuncias. Pero para lograrlo no se requieren censuras o autocensuras, basta con actuar correctamente favorecer y defender a la comunidad y aplicar la filosofía de la gallina: poner el huevo y cacarear para anunciarlo. Pero buenos huevos, no como ciertos que dejaron cuidando.

BLANCO: El proceso de paz y la bienvenida que le ha dado la ONU. Solo aquí hay algunos que lo desconocen y repudian.

NEGRO: El “niño”, el zika y los despilfarradores de agua.

gabrielortiz10@hotmail.com