Nuestro archipiélago
“Uribe es la suegra de Santos”, reflexión de Camilo Durán Casas (q.e.p.d.), en el libro del gran periodista Gustavo Gómez. Otro colega apuntaba: “No todas las suegras son tan pérfidas”.
En medio de la distorsionada imagen que se promulga sobre Colombia y su Gobierno, a través de los febriles twitter de un exmandatario que no se resigna, con gallardía, a ocupar el lugar que le corresponde, el Presidente avanza en su rendición de cuentas al país, a dos años de haber asumido el mando.
Ese balance permite encontrar aciertos y fallas en los diferentes sectores de la Administración, que desde luego son la cantera para “dar palo” al gobernante, cuya caída en popularidad se ha convertido en una careta para eludir el desprestigio acumulado por dos cuatrienios que nos quieren repetir.
La Cancillería venía recibiendo garrote por unas declaraciones de la ministra en torno del diferendo con Nicaragua. Las cuentas que presentaron el Jefe de Estado y la doctora Holguín abrieron otra ventana muy atractiva para los defensores de la soberanía.
Santos fue afirmativo en señalar que no existe ninguna duda sobre nuestra autoridad suprema sobre el archipiélago de San Andrés y Providencia. Tajantemente reiteró: “Es que San Andrés es Colombia, ya está definido; Providencia es Colombia, está definido”. Y explicó sus palabras, señalando que el Tratado Esguerra-Bárcenas de 1928, como lo dictaminó La Haya, está vigente y sella la propiedad de Colombia sobre esos territorios.
Es decir: eso es todo y punto.
Pero también destacó la actitud y el talante de su gobierno frente a las relaciones con los países vecinos, que antes era desastrosa, hasta el punto de perder comercios como el creciente con Venezuela, que aún no hemos podido recuperar y que mantiene a la frontera en penurias económicas y preocupante desempleo. Esto también se oculta a través de Twitter, como ocurre con el caos vial en que nos dejaron y la corrupción que saqueó las arcas, impidiendo acelerar las obras para eliminar la miseria y la pobreza.Es lamentable que no se hagan análisis con la rectitud que se requiere, y que nuestra población necesita para formarse un juicio real que permita pronunciarse sobre la labor de un gobierno. Ese el peligro de una mala suegra.
Blanco. La recuperación del Ferrocarril del Pacífico.
Negro. El cuestionamiento al vice Garzón por su salud. Afortunadamente su recuperación es segura.