General (r.) Luis Ernesto Gilibert V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 2 de Septiembre de 2015

PRISMA

El fleteo, delito permanente

El  asalto de que fue objeto en Cali el futbolista Alexis Viera revivió los recuerdos que se tiene de este delito tan grave y duro de enfrentar por parte de las víctimas, que en la mayoría de las veces deben sufrir delicadas agresiones con resultados fatales. Corremos el riesgo de caer en la cotidianidad frente al fleteo, pues solo cuando se trata de personas con alguna representación nacional como Viera en este caso, se surte en  los medios la información que moviliza la sociedad hacia este tema, mostrando la verdadera dimensión del asunto, que torpemente pensamos lo ejecutan los antisociales en determinadas épocas del año, como Navidad, primas, vacaciones y demás, pero resulta que el tal fleteo se presenta en todo el país y su frecuencia supera con creces lo esperado, poniendo al descubierto que toda la ciudadanía está expuesta a ser víctima de los fleteros; la policía ha realizado infinidad de campañas de prevención como lo han hecho también las entidades financieras, por ser sus oficinas las bases para estructurar esta agresión.

Pero a más de la sorpresa, son muchas las circunstancias que juegan contra el ciudadano en  este episodio, debido a su estructura delictiva convertida en organización, con funciones para cada  componente de la banda; permítanme una somera descripción, de entrada están los observadores e identificadores de la víctima, quienes operan desde el interior de la entidad con la misión de señalar las personas que retiran sumas representativas de dinero, luego entran en escena los marcadores encargados por medios manuales de señalar las posibles víctimas para orientar el grupo de asalto, quienes una vez reconocido el objetivo proceden en el lugar más apropiado, previo un seguimiento, al golpe de mano. Esta información se ha dado a conocer en variadas oportunidades, pero la ciudadanía pareciera que no es consciente del riesgo, o percibiera muy lejana la posibilidad de caer en manos de este tipo de delincuentes, nada más equivocado, bastaría revisar las estadísticas sobre el tema, para encontrar la aterradora frecuencia de su presencia en todo el país.

Me gustaría extenderme un poco explicando el desarrollo de las actividades en  cada grupo y sus maniobras para lograr el cometido, pero bastemos lo informado hasta el momento, me resta recordar que la policía ha montado una estrategia de protección, consistente en brindar compañía a solicitud de  los clientes en el momento de retirar el dinero en el banco, este servicio a más de ser gratuito, nunca superará la prudencia en las transacciones que cada ciudadano debe tomar ante estos movimientos financieros y el recurso de ejercicios en papeles, facilitado por las entidades financieras para las evoluciones de dinero. Claro está que la policía patrulla los sectores bancarios, solo falta el tejido, banco, cliente y policía apalancados en tecnología.