Google vs los medios: guerra silenciosa | El Nuevo Siglo
Lunes, 25 de Enero de 2021

Google mostró los dientes en Australia y amenazó con irse del país. Todo por una legislación que los obliga a pagar por compartir los contenidos de los medios de ese país. Una guerra que se puede volver global.

Cuando los monopolios se molestan primero amenazan, luego negocian. Eso está pasando con Google en Australia. La noticia ha cogido poco vuelo, pero no tarda en volverse algo global (y viral). Básicamente, Google amenazó con cesar su operación en el país oceánico por una ley que está a poco de ser aprobada.

La pelea tiene su origen en un proyecto de ley que se discute el Parlamento australiano y que obligaría a Google y a Facebook a pagar a medios locales por usar sus noticias en sus respectivas plataformas. “Si esta versión del código se convirtiera en ley, no tendríamos otra opción que dejar de hacer que la búsqueda de Google esté disponible en Australia”, afirmó Mel Silva, directora gerente de Google Australia y Nueva Zelanda.

Fuerte. ¿Se imaginan que un país se quedara sin el todopoderoso Google? Pero no vayamos al extremo. La discusión de fondo es ¿Google debe pagarles a los medios por los contenidos que los usuarios encuentran en su buscador? ¿Cómo es que se maneja el tema de los visualmente dolorosos Google Ads?

Comencemos por el segundo punto. Cuando usted lee una nota en un portal de noticias saltan tres o cuatro publicidades, cada vez más invasivas. En la mayoría de los casos, esos pequeños anuncios son puestos por Google, que le da una ‘chichigua’ al medio, mientras que se queda con la porción más grande de lo que invirtió el anunciante. Una relación que le duele hasta las entrañas a los medios.

El tema es que Google, y este cuento les sonará conocido, se vende como un intermediario entre los anunciantes y los usuarios que buscan servicios. Ellos venden, en teoría, el espacio, pero no producen el contenido. Como el cuento aquel que dice: “no somos una empresa de transporte, sólo conectamos usuarios con conductores”. Esos mismos. El cuento de la intermediación comenzó a molestar a las autoridades en Australia y debería molestar a los demás gobiernos.

Ahora, el primer punto. Google no le paga a nadie por salir en su buscador (otra vez, en teoría). De hecho, todos soñamos y trabajamos en los medios para salir lo más alto posible en las búsquedas del motor. Sin embargo, hay otro desbalance en la relación. Si a Google, a su algoritmo o a sus técnicos, les da la gana: lo puede desaparecer de las búsquedas o relegarlo a las esas páginas a las que nunca damos clic.

Pero el tema de fondo es el monopolio. ¿Qué pasa si Google se va de un país? Quizá hasta puede impactar el PIB y el crecimiento económico de una Nación. No sería exagerado. Entonces lo que queda por preguntarse en este tipo de guerras silenciosas es ¿es bueno que un gigante tecnológico tenga tanto poder? La dejo picando.

Williamrincon14@gmail.com