GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 23 de Diciembre de 2012

Asseff

 

Bolivia  busca la perdida salida al mar a raíz de la derrota experimentada, conjuntamente con el Perú, ante Chile, a fines del siglo XIX, en la llamada “Guerra del Pacífico”. Se entiende que las negociaciones con Chile están avanzadas y, dentro de las posibilidades, cabe la de una solución satisfactoria para los bolivianos, es decir, desaparezca su condición mediterránea.

La situación descrita se contempló bajo el marco de un ejercicio intelectual, cultivado ampliamente en el Cono Sur, denominado geopolítica, en particular durante la segunda mitad del siglo pasado. En consecuencia, estas líneas se basan en la obra de Alberto E. Asseff titulada Proyección Continental de la Argentina de la Geohistoria a la Geopolítica (Editorial Pleamar, Buenos Aires, 1980) y, en especial, en sus siete capítulos iniciales. Asseff señala que el origen de esta disciplina se ubica en Alemania y en la guerra de los treinta años en que países y personajes católicos (Francia y el cardenal Richelieu) se aliaron, en defensa de los interesas nacionales y su política exterior, con naciones protestantes y en contra de otras de fe católica. Excuse el lector un paréntesis a esta altura: quien escribe desconoce la disciplina citada, excepto Colombia. Interpretación geopolítica (Imprenta de las Fuerzas Militares, Bogotá, 1971) que su autor, general (r.) Julio Londoño, le obsequió en 1972; fue grato comprobar que Asseff se refiere al militar colombiano con singular respeto a su condición de tratadista. Este texto se comentará en un futuro cercano.

Según Asseff hay dos antagonismos en Suramérica: a) el Atlántico o el Pacífico y b) la Cuenca del Plata o la del Amazonas y, además, la pieza clave es Bolivia, cuyo problema central es su salida al mar, y desea, también, la recuperación del papel protagónico de la Cuenca del Plata en relación con la trascendencia que tuvo el Virreinato del río de la Plata. Las acciones a ejecutar han de ser objeto de una programación rigurosa por etapas que no se deben saltar en aras de acelerar el proceso. En Argentina habría un movimiento de lo insular a lo peninsular iniciado con el traslado de la capital de Buenos Aires a Tucumán, lo cual significa cercanía al Amazonas y el Caribe que culminaría con solidez del Cono Sur e Hispanoamérica a la larga. Los núcleos principales estarían  en Buenos Aires, Brasilia y Caracas.