GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 25 de Mayo de 2014

Mosaico

 

El  uso indiscriminado por Nicolás Maduro del calificativo de fascista provocó interés por la escuela política detrás y se examinó una bibliografía en que faltó referirse a La Intervención Fascista en la Guerra Civil Española (Alianza Editorial, Madrid, 1979) de John F. Coverdale. El análisis contempló la vinculación de la Alemania de Hitler, en particular la Italia de Mussolini y, asimismo, de Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética; los dos primeros países en apoyo a los nacionalistas revolucionarios del general Francisco Franco y los otros en respaldo al régimen republicano. La obra citada se basa en archivos italianos, lo cual induce al autor a pensar lo que podría hacerse con la información total disponible de las otras fuentes. Mussolini ejecutaba una política de prestigio e influir en África y el Mediterráneo ¿en recuerdo del imperio romano? Proporcionó la ayuda más abundante y generosa y no fue estricto en el cumplimiento de las condiciones negociadas; Alemania aportó tecnología avanzada, le dejó la iniciativa a los italianos y mostró dureza comparativa en las negociaciones económicas. La Unión Soviética contribuyó con material de guerra  y fue muy activa; Francia se vinculó en forma más decidida que Gran Bretaña e Italia la veía como contrincante directo. España adoptó un régimen dictatorial con elementos fascistas aunque no totalmente y, a diferencia de Italia (no estaba preparada para ello e igual España) no se involucró en la II Guerra Mundial en lo que puede haber clarividencia; en cuanto a Maduro, se le sugirió la elaboración de un documento actualizado y científico sobre el fascismo en respaldo a sus acusaciones que se constituyera en un activo en pro de la ciencia política regional: nada hizo. Por último, se supo que si el conflicto del Vietnam dominó la segunda mitad del siglo XX, la guerra civil española desempeñó papel similar en la primera parte.

Petro causó excelente impresión como senador con base en debates ganados y bien preparados. Las dudas surgieron al frente de la alcaldía de Bogotá y se pensó que es brillante pero mal administrador, en especial en el caso de las basuras que envuelve altos costos financieros. Luego proyectó ángulos domésticos y externos en su defensa en despliegue de innegable habilidad. ¿Culpables parciales la Constitución, el descuido de normas internacionales y la medición personal de riesgos?