Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 4 de Julio de 2015

SAGITARIO
Releer

Es  grato revisar textos antiguos que causaron impacto y lo dicho se refiere a La Naturaleza del Conflicto Humano (Fondo de Cultura Económica, México, 1975) de Elton B. McNeil (coautor y compilador). La tarea será parcial por ahora y cubre los tres capítulos de McNeil y los individuales de Kenneth E. Boulding y Chadwick F. Alger; es obvio que puede haber conflicto al coincidir seres humanos pero no se requiere el par y  basta un solo ser porque se puede estar en desacuerdo con uno mismo. La agresión es algo natural al hombre y se sigue una definición amplia: choques individuales o entre naciones y con o sin derramamiento de sangre.

Sostiene McNeil que la ciencia es una vía para resolver problemas, el que nos ocupa es de alta prioridad y es necesario resolverlo, particularmente en relaciones internacionales, lo cual conduce al derecho; se acudió, al principio, a lo sobrenatural, la intuición,  preguntas y repuestas (¿Sócrates?) y luego al método científico y se insiste en el enfoque interdisciplinario: psicología y  sociología al contemplar al hombre y su ambiente, la antropología por el ángulo cultural, historia por los antecedentes, teoría de sistemas y de juegos, etc. McNeil considera medidas defensivas, alternativas con pros y contras (entra la economía), pensar como el oponente y sus circunstancias, negociar con uno mismo y el otro; profundiza en el aspecto internacional y luce pesimista sobre el papel de la ONU y organismos internacionales. Se objeta a McNeil no considerar desniveles extremos de desventaja como el de un funcionario público  de libre nombramiento y remoción frente a las facultades discrecionales del Estado y cuyo castigo social persiste, pese a la rectificación de los medios de comunicación: ¿qué ha de hacer la sociedad? Llama la atención su reconocimiento de no lograrse éxito en lo internacional.

Boulding despliega el conflicto económico a partir de la escasez de recursos o bienes y convence en buscar soluciones en “tablas” (concepto ajedrecístico),  arreglos e intercambio, suma positiva, movimiento benigno y abandono del odio porque perjudica la productividad literaria. Alger aconseja una medida considerada por quien escribe en una antigua experiencia aduanera: “alterar el medio social y físico” de quienes quebrantan las normas; sugiere lo conocido antes en Antropología (Breviarios del Fondo de Cultura Económica, México, 1977) de Clyde Kluckhohn.