GUILLERMO LEÓN ESCOBAR | El Nuevo Siglo
Martes, 11 de Septiembre de 2012

La conspiración

 

Sin duda una de las más bellas palabras de la vieja cristiandad que se reunía para celebrar los “misterios” era la “conspiratio” que precedía las celebraciones litúrgicas. Quienes iban a tomar parte en ellas se daban un beso en la boca para indicar la “comunicación de los espíritus”; era algo así como “co-respirar”, tener los espíritus en comunicación y afirmarse en la certeza de que nadie va a traicionar lo que tratamos de construir juntos. Bello es el símbolo sin duda y a través de él se daban señales claras de fidelidad a la causa.

Lamentablemente esta certeza ha decaído. Ya la gente respira y expira a su antojo o al antojo ajeno, pero no existe esa causa común que nos lleva a la “conspiración” tan necesaria para el logro de los sueños que hemos aceptado como comunes. Y es que la gente dejó de soñar, de tener ideales.

El viejo rito cristiano conducía a la “comestio” que en su desarrollo habilitaba la participación plena en los misterios y en la eucaristía. La “co- respiración”, la conspiración era como el Santo y Seña de quienes unían sus fuerzas para lograr una sociedad mejor, una civilización cristiana.

La pregunta clave es: quiénes estamos “conspirando” con el presidente Santos y si las características del sueño a realizar son las mismas para todos.

No me cabe duda por los comentarios que se leen y escuchan que somos la mayoría de los colombianos “conspiradores” a favor de la paz, pero que en la cercanía hay quienes revolotean animosos con el deseo de que esto no funcione.

Del proceso de Pastrana hay mucho que aprender y es justo reconocer que ha sido uno de los más claros momentos de la historia de Colombia. Hay quienes afirman que “equivocarse es humano”, pero es bueno reconocer que “acertar también es humano” y de ese proceso de paz es preciso aprender mucho. La derrota internacional de la guerrilla y el sambenito de terroristas es algo que “los medios” no le han reconocido a Pastrana.

El proceso Santos parte en condiciones envidiables porque es síntesis de la claridad mental y estratégica de Pastrana y de la férrea voluntad de confrontación de Uribe que supo utilizar lo alcanzado por su predecesor para golpear y crear una pausa necesaria que ha conducido a los intentos de paz que hoy convierte en política de Estado Santos, que es quien está llamado a manejar la síntesis de dos momentos tan iguales en lo militar y tan distintos en lo político.

Es imprescindible el llamado “a los medios” para que “conspiren”, o a lo mejor es más realista tocar las puertas más arriba ya que cada vez se ve con más claridad que en Colombia el problema no son “los medios” sino “los enteros”.

guilloescobar@yahoo.com