Hacia nuevo grandioso milagro (I) | El Nuevo Siglo
Jueves, 27 de Abril de 2023

 Después de haber conmemorado, como se merece, el insuperable milagro de la Resurrección de Jesucristo, en una Semana Santa bien aprovechada, seguimos anhelando, para bien de las naciones y del mundo entero, nuevo milagro grandioso de múltiples aspectos. Se trata del estilo, de gobierno, en las naciones, que, con debido respaldo, busquen verdadero bien general y no rebatiña de intereses económicos y políticos. Hay que pedir a Dios este milagro, y prestar colaboración y apoyo solamente a cuanto en ese estilo se vaya programando. 

Estamos, todavía, en Colombia, en el inicio de un ejecutivo que se ha presentado con el ideal de una gran transformación nacional, y de llegar a una paz total, lo cual solo se logra si se cambia el estilo de gobernar que hemos tenido, basado en egoísmos y favoritismos, con miras a halagos y populares aplausos, y sostenerse electoralmente. Se busca, también, tener Parlamentos que favorezcan grupos cerrados políticos o financieros. Es un clima difícil de superar, pero que es indispensable lograr, si se quiere, de verdad, el bien general anhelado. Transformación de ese estilo es el grandioso milagro a lograr con el concurso de todos, y la celeste ayuda.  

Es urgente gran reflexión de un Presidente antes de lanzar planes. Es preciso “pensar para hablar y no hablar para pensar”, pues, como dice el adagio popular: “del afán no queda sino el cansancio”. Sobre todos los temas hay personas preparadas, a las que hay que acudir, y no despedirlas precipitadamente, cuando en algo discrepen del gobernante. Que se tenga en cuenta la pregunta del poeta a la ardilla: “tantas idas y venidas, tantas vueltas y revueltas, quiero amiga que me digas: ¿son de alguna utilidad?” Las mesuradas consultas a gentes capacitadas, independientes de banderías y con solo compromiso con el País, son indispensables para el gran propósito general, y elaboración de Gran Plan Nacional. Que ese serio caminar, y no el afán de ganar encuestas y votos, sea el que se tenga en el Gobierno nacional, en Gobernaciones y Alcaldías, de parte de honestos servidores públicos.

El Parlamento es punto clave para ese “nuevo grandioso milagro”, si pone atención debida a los proyectos serios del Ejecutivo, con serena reflexión sobre la conveniencia o no, sin cálculo de ventajas burocráticas, sino en qué términos, debidos sean aprobados, y no en apresurada rebatiña. Vendrán otros proyectos de origen parlamentarios, que, patrióticamente analizados, y votados serán fuerte punto de apoyo para el gran propósito general. 

El campo empresarial, de patronos y trabajadores, es definitivo el apoyo hacia una Colombia grande, que ha tenido y debe seguir teniendo, empresarios y sindicalistas con miradas de altura y no pequeños intereses egoístas o fama para que los aplaudan como líderes. Indispensable un trabajo unitario, dentro de verdadera justicia social, sin abusos y sin violentos reclamos. 

En todas las demás entidades creadas para la buena marcha del Estado: Procuraduría, Contraloría, Ejército, distintas Cortes, Defensoría del Pueblo, a toda escala, es indispensable diamantina pulcritud y no sesgadas actuaciones. En todo el campo educativo es preciso que brille competencia, rectitud, y principios, contribución indispensable para tener el panorama general que anhelamos (Continuará). 

 *Obispo Emérito de Garzón 

Email: monlibardoramirez@hotmail.com