HENRY BRADFORD SICARD | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Agosto de 2014

Costa Caribe

 

En una de mis columnas del pasado mes de abril, comentaba que Barranquilla se ha convertido en un epicentro de desarrollo para el país y se ha consolidado como un destino de gran interés para localizar nuevos proyectos de inversión empresarial, principalmente por las ventajas logísticas que conlleva su ubicación geográfica y por el gran progreso portuario que tiene la ciudad.

Sin embargo, estos interesantes avances generados en la “Arenosa”, junto con la esperanza que han tenido muchos barranquilleros gracias al aumento de las oportunidades, contrasta con el rezago de las demás poblaciones de la zona Caribe. Esta región es una de las más atrasadas del país en términos de infraestructura, seguridad, educación, salud e igualdad.

El desarrollo del sector productivo en la mayor parte de esta región del país es muy pobre: pocas empresas con baja productividad y muy rezagadas en temas de competitividad. A este respecto, la semana pasada hubo un debate muy interesante sobre este tema, desarrollado en Barranquilla, donde varios expertos expusieron sus puntos de vista sobre el futuro de la ciudad y de la región en asuntos tales como institucionalidad, infraestructura y desarrollo económico. Uno de los aspectos que más me llamó la atención del debate fue el énfasis que todos los panelistas hicieron sobre la importancia de invertir en el recurso humano a través de educación de calidad para que las empresas que lleguen a esta región encuentren capital humano calificado.

Barranquilla quiere convertirse en epicentro para el desarrollo y buena ejecución de los tratados de libre comercio, pero para ello el Gobierno local, junto con el apoyo del Gobierno nacional, debe continuar fortaleciendo todos los proyectos de 4G en temas de infraestructura, para poder conectar de manera eficiente a todo el país y así ofrecer alternativas competitivas a nuestras empresas que quieran exportar sus productos. El motor del desarrollo de esta ciudad ha sido el progreso de sus puertos, no obstante la eficiencia operacional de éstos, sumada a la tramitología requerida para poder despachar las mercancías al exterior y a los altos costos de transporte de los productos desde el interior del país, ubican a la costa en un lugar muy bajo en términos de competitividad.

Por otra parte, la región Caribe, principalmente en ciudades como Barranquilla y Cartagena, ha tenido un fuerte crecimiento en sectores tales como inmobiliario, comercio, logística, industria manufacturera y servicios, precisamente por la cantidad de nuevos proyectos empresariales que se están desplegando en esa zona. Esto ha llevado a que sus habitantes tengan buenas oportunidades laborales; sin embargo, en muchas ocasiones los empleos no cumplen con la formalidad del caso, lo que al final puede generar problemas sociales. Debemos velar para que el empleo formal, con todas las exigencias de ley correspondientes, sea la manera de contratación recurrente, lo que ayudará al crecimiento de la región, al bienestar de sus habitantes y a la disminución de la brecha social. El sector privado, junto con las instituciones públicas, deben trabajar por disminuir los niveles de informalidad en el trabajo.