HORACIO GÓMEZ ARISTIZÁBAL | El Nuevo Siglo
Domingo, 11 de Mayo de 2014

Ejemplos de superación personal

 

Colombia  es el país en el que quien peca y reza empata; con tal de triunfar todo vale; no hable con la boca llena; 50 años de terrorismo; tierra del vallenato y del bambuco; país saqueado por los corruptos, humillado y arrinconado; despojado por fallos injustos internacionales; asfixiado por las desigualdades sociales; tierra del maíz y de la mazorca; de la bandeja paisa y con la totalidad de los productos importados; suelo de las pulsiones, los llantos y las alegrías, el dolor y la carcajada; políticos faraónicos y muchedumbres hambrientas; país del Sagrado Corazón y de los ácidos deformantes; de palomas de paz y buitres sangrientos. En Colombia cabe todo. Lo bueno y lo malo, figuras como García Márquez, Fernando Botero y criminales desalmados como los horripilantes terroristas que torturan a la nación desde hace medio siglo.

En medio de tanta contradicción y televisión dedicada a darles fama y renombre a las figuras de la mafia y del delito, produce un alivio tonificante obras maravillosas como Su Segunda Oportunidad, del prestigioso escritor Gustavo Castro Caycedo, dedicado a exaltar compatriotas muy meritorios, quienes desde el fondo del abismo saltaron llenos de coraje a la cumbre del éxito y del triunfo.

Según críticos autorizados, pocos libros tan humanos, tan desgarradores como esta publicación de Gustavo Castro. Con la experiencia y la fuerza que le da el ser autor de 35 volúmenes, explica con mucho profesionalismo veinte tragedias, que en lugar de sepultar a veinte seres humanos, los impulsaron a la cima iluminada de la gloria ciudadana. Todos los personajes escogidos por Gustavo Castro en lugar de maldecir el infierno en que los hundió la mala suerte, se dedicaron a construir de nuevo sus vidas con paciencia estremecedora y con valor impresionante. Fueron víctimas o de secuestro, o de naufragios, de encarcelamientos infames, de traiciones traumatizantes, de ruinas morales y materiales, de atroces enfermedades terminales, balaceras espantosas y mil adversidades más. Los nombres de estos valores son los siguientes: Max Kirschberg, Fernando Araujo, Adriana Eslava, Navarro Wolf, Cristina Gaitán, Pedro Gómez Barrero, Shakira, Gilberto Castillo, Jota Mario Valencia, Juan Martín Caicedo Ferrer, Ricardo Quintero, Gustavo Londoño, Hernán Peláez, Jorge Consuegra, Nelson Cardona, Javier de Nicoló, Javier Darío Restrepo, Nohora Elizabeth Hoyos, Luis Eduardo de la Torre, Alejandro Muñoz.

Tres seres se crecen con el dolor y con el castigo. Son el gallo fino de pelea, el toro de lidia y el ser humano. En el fondo todos somos combatientes, guerreros, invictos luchadores. Unos más, otros menos. Hasta las plantas reaccionan cuando son maltratadas. ¿Y qué decir de la respuesta agresiva de los animales cuando son atacados? Ojala la TV, arma tan prodigiosa, se ocupe de los temas tratados en este libro. Una imagen equivale a 10.000 palabras. Soy de la filosofía de Gustavo Castro Caycedo, según la cual los homenajes hay que hacerlos en vida y no después de nuestras muertes. Además, estos casos vivientes y vivenciales incitan a ser imitados. Lo bueno merece ser difundido, exaltado y aplaudido. Bolívar decía que en la derrota aprendió el arte de triunfar. A uno le pueden meter goles, pero el partido hay que ganarlo. Perdamos batallas pero ganemos la guerra.