HORACIO GÓMEZ ARISTIZÁBAL | El Nuevo Siglo
Lunes, 3 de Septiembre de 2012

La raza antioqueña

Hay  que preferir los pueblos orgullosos a los pusilánimes, que empiezan por creerse pequeños y voluntariamente buscan su sitio en la cola de otras comunidades.

 

Si Antioquia ha ocupado posiciones destacadas es porque sus hijos han crecido en la grandeza, la han propagado y predicado dondequiera altivamente. A la gente no hay que decirle, reprima su orgullo, ¡sino justifíquelo! Y la población antioqueña ha justificado su orgullo. Su desarrollo en todos los campos ha sido excepcional.

 

En lo económico, causa asombro la capacidad de los paisas en hacer fortuna. Pero impacta la generosidad de algunos como Pepe Sierra, quien regaló el valiosísimo Museo del Chicó a la capital de Colombia. Otro antioqueño, figura mundial, Fernando Botero, ha hecho donaciones inmensas a Antioquia y Bogotá. En lo cultural, Antioquia ha hecho aportes magnos a la humanidad. León de Greiff, Rafael Uribe Uribe, Marco Fidel Suárez, Luis López de Mesa, Porfirio Barba Jacob.

 

El paisa prefiere ser locomotora a furgón de cola. Da el impulso. No espera el milagro, lo hace. No le teme a la competencia, le teme a no ser competente. Su filosofía se resume en el “sí se puede”.

 

Pensar como lo hace el antioqueño es la más intensa y fecunda función de la vida. ¡Ay! del que toma la pluma y se dedica a soñar, mientras afuera todo es energía contradictoria, que no atrae el humano impulso, cuando todo lo inconcluso reclama esfuerzo y emoción para terminar. ¡Ay! del iluso que ni se atreve, ni ambiciona más, ni escala nuevas metas. Parece que Miguel de Unamuno escribió para los antioqueños esta frase: “Mira, varón, aunque no te conozco te quiero tanto, que si pudiera tenerte en mis manos, te abriría el pecho y en el cogollo del corazón te echaría sal y vinagre, para que no pudieras descansar nunca, y vivieras en perpetua zozobra y en anhelo inacabable”.

 

Decir antioqueño es decir verticalidad, superación, lucha, disciplina. El paisa tiene un profundo sentido religioso. Vive en función de su región, su país y su hogar. Para el paisa la riqueza no existe, la riqueza hay que crearla. Es imaginativo, paciente, austero y de una audacia sin límites.

 

Otros de los grandes logros de Antioquia en favor de Colombia, la colonización y la cultura del café. Surgieron Caldas, Risaralda, Quindío, norte del Valle y una de las zonas más prósperas del Tolima. El café ha sido la vaca lechera del país en materia de divisas. Cuando por el petróleo la Nación percibía un dólar, ya había recibido 5 por exportaciones cafeteras. ¿Qué haría Colombia sin Antioquia y qué sería de Antioquia sin Colombia?