Hugo Quintero Bernate | El Nuevo Siglo
Martes, 23 de Junio de 2015

Iglesia ecológica

 

Su Santidad Francisco acaba de publicar la bellísima Encíclica Laudato Si cuya nominación completa Laudato si, mi Signore“ -“Alabado seas, mi Señor”-, cantaba San Francisco de Asís, es un homenaje al Santo del que el Papa actual tomó su nombre y es  Patrono de los ecologistas.

SS Francisco, como corresponde al apostolado de un hombre que es de este lado del Atlántico y, para acabar de completar, del sur, que dos mil años después el Clero oficial descubrió que también existe, presenta una Encíclica muy poco tradicional, donde llama la atención sobre los problemas serios del planeta que todos habitamos.

La Tierra, no es solo el planeta azul que se ve desde el espacio, sino que el Papa la llama “Nuestra Casa Común”y nos llama a todos al cuidado de ella. Es un documento teológico, única y exclusivamente porque corresponde a un pronunciamiento oficial del Magisterio Social de la Iglesia, pero es ante todo un texto científico, filosófico y lleno de profundo sentido común.

SS incluso se toma el trabajo de advertir que no se trata de un problema de creyentes o de no creyentes, sino de la humanidad entera, en el que cada uno desde su óptica puede aportar su granito de arena y recoger, pero sobre todo, tratar de no producir su propia bolsa de basura, pues la primera gran conclusión de la Encíclica es que “la Tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”.

 

Habla de los pobres y de su mayor afectación por todos los problemas de contaminación y depredación del medio ambiente y del “enmascaramiento”del problema al que se han dedicado varios de los que tienen el mayor poder económico, político o financiero”.

Probablemente sean esa clase de afirmaciones o aquellas en las que llama la atención sobre el consumismo y la cultura del descarte o sobre el abuso de los combustibles fósiles y sobre la necesidad de proteger la Amazonia o la cuenca fluvial del Congo, que han reaccionado tan fuertemente algunos de los más connotados dirigentes del partido republicano de los Estados Unidos de América.

Senadores como Rick Santorum, cuyo apellido no tiene nada que ver con sus acciones, se apresuraron a criticar al Papa por atreverse a hablar del cambio climático o a condenar las prácticas expoliatorias del medio ambiente, más o menos con la misma velocidad con la que salen a respaldar a Monsanto, el fracking o a la Asociación Nacional del Rifle. La diferencia entre ellos y su SS, es que aquellos buscan financiación y éste solo hacer reflexionar.

Todavía falta que salgan a manifestarse contra el Papa todos los animalistas a quienes les llama la atención diciéndoles cómo “A veces se advierte una obsesión por negar toda preeminencia a la persona humana, y se lleva adelante una lucha por otras especies que no desarrollamos para defender la igual dignidad entre los seres humanos”.

Tiene toda la razón SS, el planeta estálleno de gente que se gasta millones en accesorios para perros, mientras alejan espantados a los niños miserables que les imploran una moneda.   

@Quinternatte