Una de las mayores preocupaciones que tienen hoy los colombianos es la seguridad ciudadana. Todos los días se conocen y escuchan nuevos casos de delincuencia común y los medios de comunicación estamos haciendo un mayor cubrimiento de la inseguridad que está acechando a la ciudadanía. Sin embargo, hay una coincidencia particular, en época preelectoral siempre enfrentamos una situación similar. ¿A qué se debe que antes de las elecciones la sensación de inseguridad aumente?
No tengo la respuesta, solo la reflexión de que si miramos hacia atrás encontramos que es así. Por ejemplo, en Bogotá a principios del 2018 la sensación de inseguridad entre la población también aumentó respecto al año anterior. Buscando investigaciones en internet me topé con la de un grupo de estudiantes de economía que en el 2015 hicieron un modelo econométrico para determinan cuáles son las variables que hacen que la percepción de inseguridad aumente. Su conclusión es que está la determina las experiencias vividas por personas cercanas que han sido víctimas de robo junto con la información que aparece en los medios de comunicación. Sin embargo, hay algo muy llamativo que encontraron en su modelo y es que contrario a lo que comúnmente se cree, la variable independiente que representa a todas aquellas personas que habían sido víctimas de robo durante lo corrido del año, fue la única que no resultó significativa.
¿Esto qué quiere decir? Que la sensación de inseguridad se determina principalmente por lo que nos cuentan y lo que vemos en la prensa, lo que implica, que la percepción puede manipularse fácilmente y cabría la posibilidad de que esto se hiciera en época preelectoral. ¿Para qué? Para generar miedo e intentar influir en la intención de voto de la ciudadanía. No en vano, en Colombia lo que ha inclinado la balanza a la hora de elegir mandatarios ha sido la seguridad, por eso dijimos durante décadas que los presidentes los elegían las Farc.
Si le sumamos a esto las declaraciones que ha dado la semana pasada el fiscal general de la nación en donde dijo que “a muchos alcaldes les está quedando grande el tema de la seguridad y le está quedando grande también a la Policía en muchas ciudades capitales en términos de prevención. La Fiscalía ha hecho su tarea, es importante que los demás hagan su tarea” podríamos decir que esta sensación le conviene a quienes quieren mantener una misma línea ideológica en el poder, que en este caso es la que defiende Barbosa.
Hoy en Colombia las ciudades más importantes están gobernadas por mandatarios de la oposición. Bogotá, Medellín y Cali están en manos de políticos que se hicieron elegir alejados de la derecha. Es por esto, que el mensaje de Barbosa, sumado a las otras variables que influyen en la percepción de inseguridad, me lleva a plantear que si bien hay datos de que la inseguridad ha empeorado en las principales ciudades del país, también se puede estar utilizando para manipular electoralmente a la ciudadanía como se ha hecho en el pasado.