Jaime Pinzón López | El Nuevo Siglo
Miércoles, 4 de Noviembre de 2015

LIBERALISMO AL PODER

De Pierre a Justine Trudeau

Si  hubo un primer ministro liberal carismático en Canadá fue Pierre Elliot Trudeau, nacido en Montreal en 1919 y quien falleció en septiembre del 2000. Durante dieciséis años mantuvo su liderazgo intelectual y político. Ejerció su cargo entre 1968 y 1979, regresó luego en 1980 y actuó hasta 1984. Fue un humanista destacado, extraordinario orador y demócrata convencido, partidario de la unidad de su país,  que supo manejar con tino las aspiraciones separatistas de Quebec impulsadas por Rene Levesque. La reina Isabel de Inglaterra lo consultaba, sus parlamentarios lo seguían y su nombre se hizo conocido en el mundo entero.

Trudeau aprendió el español en Cali, donde permaneció en su juventud  varios meses y le interesaba el desarrollo de la política colombiana. Si alguien me preguntara por personas que me impresionaran en el curso de mi vida allí estarían Alberto Lleras y Pierre Trudeau con quien, a pesar de sus ocupaciones, los diplomáticos en Canadá disfrutábamos de su tertulia y opiniones. Con discreción pasó a la historia pero su recuerdo continúa vivo en un Estado compuesto de hombres y mujeres provenientes de distintas partes del mundo, sustentado en la buena fe, quienes desafían embates de la naturaleza para conseguir cada día mayores avances en  planificación urbana, conservación ambiental, uso acertado de los recursos naturales.

El partido liberal consiguió ganar algunas elecciones luego de su retiro pero se hizo patente un viraje desde cuando desempeñó el cargo de primer ministro, el conservador Bryan Mulroney. La noticia, ahora es la victoria obtenida por Justin Trudeau, nacido en 1971, quien a la cabeza de un vasto movimiento de opinión lleva nuevamente al liberalismo canadiense al poder en el 2015, como lo hiciera su padre, situándolo en primera línea con 180 diputados en la Cámara baja, en mayoría absoluta.   Algunos consideran que no está  preparado, que si bien ha sido profesor largo tiempo eso no basta, que la política internacional no es su fuerte.  A pesar de lo anterior, pronostico nuevo liderazgo en Canadá, la continuidad del sistema democrático y acción en el escenario internacional. El liberalismo canadiense es el partido de la libertad, de la vigencia de los derechos humanos, de la lucha contra el terrorismo, el artífice de las reivindicaciones sociales, de la equidad y la justicia. En esto es  claro el joven Trudeau con propuestas  distintas en algunos temas, por ejemplo,  sobre cómo enfrentar mejor al Estado Islámico.  

Una de las realizaciones de Trudeau padre se relacionó con situar a Canadá en la Organización de Estados Americanos. Allí nuestros Estados tienen interlocutor válido en  Justine Trudeau. “Hemos vuelto. El trabajo apenas acaba de empezar”,  señala el nuevo líder. Habrá sorpresas.