Encuestas y malos cuestionarios
Siempre he pensado que es bueno medir la favorabilidad de un Presidente, pero que los resultados nos llegan con una trampa que nos tragamos entera: creemos que esa medición nos puede permitir conocer realmente qué tan bien o mal está haciendo su tarea.
Algunos más osados se atreven a decir que un Presidente gobierna bien o mal a partir de la estadística que nos dice en que temas “se raja” y en que temas “pasa” un gobierno.
Yo lo que propongo es que esas cifras sean entendidas no en la figura del Presidente sino en la de la sociedad, más que contarnos qué tan bien/mal puede estar un gobierno, lo que podemos es saber ¿qué es lo que realmente queremos los colombianos?
Un titular como el que publica la revista Semana en su portal de Internet, afirmando que “Favorabilidad de Juan Manuel Santos sigue en descenso”, es una interpretación ligera del poder que puede tener una encuesta puntual.
Para comenzar es absurdo dar algo de confiabilidad a preguntas que indaguen sobre temas como “Las relaciones internacionales” o “la ola invernal” en el preciso momento en el que hay sucesos que afectan esas dos variables.
En medio del eco mediático que se hace sobre la Cumbre y los preparativos es de novatos pensar que la pregunta puede ofrecer un panorama libre de sesgos. Elementos como el equivocado debate sobre la asistencia de Cuba pueden tener una trascendencia suficiente como para que los investigadores, o por lo menos “los periodistas” abordaran la conclusión con algo de suspicacia.
Por otra parte deberíamos tener claro lo poco riguroso que resulta preguntar sobre la ola invernal justo en medio de esta. Me atrevo a creer que la única posibilidad de que un gobierno, cualquiera que sea, resulte bien evaluado en ese punto es cuando el gobierno colombiano tenga la fuerza financiera para construir barrios y regalarlos.
Es curioso, por ejemplo, que aunque en la seguridad hay una percepción positiva de 49%, Semana tiene la osadía de afirmar que la inseguridad, con 25% de menciones, es uno de los temas que más preocupa a los colombianos.
Aparentemente el que leyó la encuesta cae en el error de ver la matemática de forma un tanto mediocre. Que sea uno de los temas que más menciones tiene, no necesariamente nos permite inferir que es uno de los que más preocupa a los colombianos.
El problema de las encuestas es que en ocasiones nos venden la ilusión de un foco inmediato. Si al preguntar por la corrupción, por ejemplo, se completara la encuesta con una contra-pregunta sobre la responsabilidad que la gente atribuye al Gobierno, podríamos descubrir si los colombianos castigan, o no, al Presidente de turno por dicho fenómeno.
@barrerajavier