Totalitarismo en África
África es un continente que ha tenido una historia política de gobiernos caudillistas, totalitarios y antidemocráticos que simbolizan tradiciones monárquicas del poder eterno de los antiguos reyes africanos. Por eso, hablar de democracia como la entendemos y la interpretamos en Occidente es un asunto complicado en África, en razón de que en muchos países africanos, el tribalismo, la etnicidad y la religión tienen mayores fuerzas de cohesión política y social en la población que los partidos políticos.
África no sólo ha existido una arraigada tradición de personificación del poder por parte de sus gobernantes, sino una epidemia de estos de eternizarse en el poder. En Libia Muammar al Gaddafi permaneció 42 años en el poder. En Gabón Omar Bongo gobernó 40 años y lo sucedió su hijo Alí Bongo, quien ha seguido los pasos de su padre para eternizarse en el poder. En Túnez, antes que asumiera el poder el derrocado Ben Alí, en 1987, los había gobernado Habib Bourguiba durante 38 años. En Egipto Anwar El Sadat permaneció 11 años en el mando y lo reemplazó Mubarak.
En Togo Gnassinbé Eydemá gobernó 38 años y lo sucedió su hijo Faure Eyadéma, ambos suman 44 años en el timón. En Mali Moussa Taore, gobernó 22 años. En Burkina Faso Blaise Campaore cumple 24 años “ganando” elecciones fraudulentas. En Camerún Alhmadou Ahidjo ocupó la presidencia 22 abriles, lo reemplazó Paúl Biya, quien gobierna desde hace 29 años y se acaba de reelegir por 7 años más.
En Chad su primer presidente Francois Tombalbaye permaneció 30 años en el poder y fue derrocado por Idriss Déby, quien promulgó una nueva Constitución y se ha hecho reelegir consecutivamente durante 21 años. Teodoro Obiang Nguema, en Guinea Ecuatorial, llegó al poder tras un golpe de Estado en 1979, pero “ganando” elecciones cumple 32 años en el poder.
En Angola, el presidente José Eduardo do Santos lleva 32 años en el poder. En Zimbabue, Robert Mugabe desde que reformó la Constitución ha “ganado” todas las elecciones y así acumula 31 años en el poder. Una cuestión que se repite en Uganda, Gambia, Sudán, Senegal y República Centroafricana, entre otros países.
Existen países como Senegal, en donde en 50 años de independencia sólo ha tenido tres presidentes. El primero, Leopold Sédar Senghor, gobernó dos décadas. El segundo, Abdou Diouf, igualmente gobernó dos decenios y el actual Abdoulaye Wade, un octogenario que lleva más de diez años en la presidencia y sueña gobernar hasta su muerte. Esta es una síntesis del totalitarismo disfrazado de “democracia” en África.