“El archimillonario y las imposiciones a Miss Universo”
LA OTRA CARA
Huelen a mafia
Se trata de defender no solo a México -lindo y querido- como dice la ranchera, también a Colombia y Latinoamérica, ofendidos por el archimillonario estadounidense Donald Trump, quien afirmó que los inmigrantes que llegan a su país, procedentes de México y Suramérica, son asaltantes, violadores y estafadores. Olvida el extravagante personaje que estos países han sido baluartes de la vida de las 3 Américas, y mano derecha de naciones desarrolladas, con hombres y mujeres de bien, que contribuyen desde abajo y hasta arriba, a fortalecer capitales de colosos de la economía occidental.
Trump, más conocido en el mundo, por su dinero y no por sus capacidades intelectuales, no es digno representante de la cultura ciudadana de Estados Unidos. Es quizá, el menos indicado para aspirar a ocupar la Presidencia de su país, y menos, la silla de gestores de la democracia. El magnate, como lo denomina alguna prensa internacional, escucharía una carcajada mundial al disponer como ha propuesto, la construcción de muro fronterizo con México, para evitar el paso de indocumentados. Oiría carcajada sonora, porque sería revivir la modalidad menos democrática, que sacudió al mundo hace 54 años en la Alemania de la época.
En cuanto a Colombia, Trump, dueño del concurso Miss Universo, tiene atrapada a la reina Paulina Vega. La barranquillera está obligada en su vida personal, a cumplir todo lo que él ordena, inclusive, vigila su apartamento y se reserva el derecho a autorizar con quien habla y a quien recibe. Firmó contrato por un año bajo esas condiciones para permanecer en Nueva York, a órdenes del multimillonario. Debe ir por el mundo a hacer publicidad a 15 productos internacionales de propiedad de Trump. Si se molesta Paulina, porque su jefe habla mal de Colombia y Latinoamérica, no puede protestar o renunciar. La demandaría por una millonaria suma. Buen precedente sentaron NBC, estadounidense; Univisión, y los canales hispanos, Televisa y Telemundo, al cancelar contratos con Trump de reinados y publicidad, tras sentirse ofendidos, como medios de comunicación junto con decisión de respeto a su audiencia continental.
En Colombia, no han faltado voces solicitando el retiro de Paulina de la empresa de Trump, que como muchas en el mundo, funcionan organizando eventos con estructura de mafia y fachada de empresa transnacional.
En el país, la empresa privada, debería investigar a dónde van y con quién contratan, quiénes participan a nombre de Colombia, en conciertos, reinados, eventos deportivos, cinematográficos y publicitarios en el exterior porque los multimillones siempre huelen a mafia.