JUAN DIEGO BECERRA | El Nuevo Siglo
Domingo, 4 de Marzo de 2012

 

¿Es suficiente que la Justicia llegue?

 

 

En nuestro sistema judicial la forma tiene tanta importancia como el fondo y por eso no es extraño que al final hubiesen terminado tumbando la elección de la Fiscal.

Decir que el fallo es correcto o incorrecto sería una presunción exagerada, porque sin lugar a dudas las posiciones estarán divididas, nadie puede decir que es un fallo que no se ajusta a los libros y desde que la elección se realizó la duda estaba en el aire, como un sino inevitable que esta semana tuvo su desenlace. Sin embargo, hay algo más grave que el fallo mismo.

Si la dirección de la Fiscalía es quizá uno de los cargos más importantes del país no tiene ninguna justificación para que más de un año después venga a entregarse el fallo esperado. No es razonable que después de casi medio ciclo de labores en una entidad como la Fiscalía, simplemente se elimine una elección y se vuelva a la interinidad. El país tiene suficientes problemas como para tomarse ese tiempito en un asunto de tanta importancia para la salud de nuestro sistema judicial.

Y aunque probablemente las disculpas relacionadas con el exceso de trabajo del Consejo de Estado sean válidas, no tiene presentación que medio país hoy tenga que ser testigo de catorce meses de una Fiscal que no existió. Debería existir un mecanismo de urgencia para casos en los que la institucionalidad del Estado no sea vea comprometida, debería prevalecer el sentido común para buscar el beneficio del país evitando este tipo de actos que no dejan de ser por lo menos bochornosos.

Al final no importa si en verdad hubo alguien detrás de la demanda o si prevalecieron intereses que estuviesen en contra de las actuaciones de la fiscal Viviane Morales. El país se quedó sin Fiscal, con el tufillo a venganza en el aire y con una institución enredada en medio de una interinidad perjudicial que le quita credibilidad y margen de acción.

Quizá si la decisión se hubiese dado en el momento oportuno tendría muchísimo más sentido y legitimidad. No habría la misma incertidumbre, no se hubiesen puesto en duda las motivaciones. Pero no fue así y volvemos a caer en esa maravillosa esperanza del tiempo eterno que no tenemos. Solo se necesita timing en beneficio del país, para que la Justicia no sólo llegue, sino que llegue cuando tiene que llegar.

juanego18@gmail.com