JUAN DIEGO BECERRA | El Nuevo Siglo
Domingo, 24 de Marzo de 2013

El cambio se hace necesario

 

En este mismo espacio hace un par de meses escribí que consideraba inoportuno e innecesario el proceso de revocatoria de mandato que empezaba a consolidarse en contra del alcalde Petro. Hoy pienso diferente. No es que deje de pensar que Petro es el alcalde electo democráticamente o que no es bueno para la ciudad dejar un proceso a medias, en la mitad del periodo estipulado para realizarlo. Lo que pasa es que hoy creo firmemente que ese proceso no tiene cabeza, no tiene sentido. Creo que si seguimos como vamos, Bogotá caerá en una crisis mucho más compleja que la que tenemos actualmente.

Creo que el problema no radica en el programa de gobierno, en las buenas intenciones que sin lugar a dudas tiene la administración para generar un cambio en la ciudad. El problema es Gustavo Petro, es él como persona, como gobernante, como el administrador que no es. Todo lo bueno que quiere intentar hacer lo convierte en un problema, en un conflicto. Quiere acabar con la poca planeación que quedaba en la ciudad a pesar de los gobiernos de Garzón y Moreno. Quiere que Bogotá se convierta en Petrópolis, en la que sólo él tiene la palabra.

Creo que es el momento de buscar la revocatoria de Petro. Creo que el proceso puede generar por lo menos en la ciudad un remezón que la despierte de ese maldito letargo en que venimos inmersos los últimos años. Con ese cuento de la izquierda y la falta de garantías venimos soportando toda clase de vejámenes con la ciudad y tolerando no sólo altísimos niveles de corrupción que aún hoy se mantienen, sino también un grado de improvisación que no tiene antecedentes. Bogotá necesita un cambio, los bogotanos necesitamos un cambio.

Ahora bien, esto no significa bajo ningún punto que apoye las intenciones electorales de su principal promotor ni a ningún tipo de agrupación o mafia que se haya visto perjudicada en la actual administración. Para mí hoy la revocatoria es una necesidad que va más allá de las personas que están detrás, más allá de posiciones ideológicas o de ambiciones electorales. Lo único que tengo claro es que nada tiene que ver el pasado de Petro o su cercanía con la izquierda con la revocatoria. El problema es su presente, es lo que ha hecho, lo que ha dejado de hacer y el futuro que quiere para la ciudad.

@juandbecerra