JUAN FELIPE REYES | El Nuevo Siglo
Miércoles, 22 de Octubre de 2014

¿Contra transporte privado?

 

Todas las medidas tomadas en materia de movilidad en Bogotá van en contra del transporte privado (léase particular). Además de ser un despropósito frente a lo que significa la palabra movilidad, finalmente no están beneficiando ni a su preferido el transporte público ni al odiado transporte privado. Pasan por encima del mismo estatuto del transporte que reconoce el transporte privado como aquel que  tiende a satisfacer necesidades de movilización de personas dentro del ámbito de las actividades exclusivas de las personas y el cual necesita infraestructura para poder realizarse.

Se repite, sin saber qué significa, que el interés general prevalece sobre el particular. Esto lo toman los gobernantes y los nuevos expertos como arma en contra de todo lo que no huela a interés general para perjudicarlo. Desconocen una realidad y es que en el transporte privado se movilizan ciudadanos que pagan impuestos, de todos los estratos sociales, razas, y que tienen la misma igualdad de derechos que los que tienen los que  ocasional o frecuentemente se movilizan en transporte público. Derechos como el de locomoción al cual la Corte Constitucional le ha dado el carácter de derecho fundamental por relacionarse directamente con otros derechos como el trabajo y la salud.

La gente en Bogotá se esta enfermando mentalmente por culpa de la inmovilidad y el frenesí que produce asomarse a la calle. En medio de esta impotencia por mejorar la calidad  de  vida y poder disfrutar nuestro único momento en la Tierra salen una cantidad de supuestos expertos en movilidad como el señor Ricardo Montezuma con comentarios en el diario El Tiempo como este, que merece una glosa, cuando se le pregunta sobre la eliminación del contraflujo en la Carrera 7a: “Me parece excelente, fue una medida antisocial porque se le dio prioridad al transporte privado y no al público”. ¿De acuerdo con este señor el transporte privado es antisocial y por ende para antisociales? Esto refleja la polarización del tema. ¡Otro logro de la Bogotá inhumana!

¿A cuenta de qué hay que beneficiar al transporte público y acabar el privado? Gastarse toda la plata en construir entelequias como el metro (que nunca veremos) y recuperar la malla vial únicamente para Transmilenio? No señores, hay que gastarla igualitariamente, es decir, también en infraestructura para transporte privado. Además, ¿no son los privados (léase particulares) los dueños del transporte público en Bogotá? ¿A qué juegan?

@ReyesJuanfelipe