Juan Felipe Reyes | El Nuevo Siglo
Lunes, 31 de Agosto de 2015

ESTRIBOR

¿Por quién votar?

 

Por   quien sea que voten para alcalde de Bogotá tengan presente que sería un error elegir a quien nos siga ofreciendo como solución al problema de la movilidad, lo mismo: fortalecer Transmilenio y usar bicicleta. Veamos por qué: Transmilenio era una aspirina para la  enfermedad que padecía Bogotá (hoy crónica) de la movilidad. Transmilenio es exitoso pero eso no significa que sea bueno. Su éxito se traduce en el índice de pasajeros transportados en un día. Mejor dicho: es exitoso para sus dueños y directivas, pues transporta más de un millón de pasajeros diariamente. Multipliquen. Transmilenio es hostil con el pasajero, usuario, consumidor.

¿Por qué la calidad en la prestación de este servicio público de transporte no le interesa al Superintendente de Industria y Comercio? Pareciera que está por fuera de las normas de protección al consumidor. En fin. Transmilenio no es seguro. Fue pensado como solución pasajera, mientras se construía un medio de transporte digno de una ciudad de casi 8 millones de habitantes. Sus estaciones son un adefesio. Es indignante ver la gente parada haciendo fila, sobre esas latas grises, al sol y al agua, esperando que se les preste un pésimo servicio público de transporte urbano. ¿Es que no tienen plata para hacer algo decente al menos? Es invasivo. Se trata de un sistema que funciona sobre un eufemismo técnico llamado “infraestructura semi-controlada”, es decir, que en algunas partes funciona sobre las mismas calles hechas para los carros, bicicletas, motos, bicitaxis, patinetas, triciclos, peatones, etcétera.

La bicicleta, -yo  la uso- y les puedo decir que para transitar por las ciclorrutas debería exigirse SOAT. Es caótico el tránsito por esa vía. Tampoco es seguro. Sin hablar del aire y suciedad  que es obligado a inhalar el ciclista. Yo si quisiera ver a Rueda, López, Pacho, Peñalosa, en época de lluvias o día de no carro en Bogotá, llegando a sus oficinas nadando con la bicicleta al hombro. Ninguno habla del abandonado deprimido de la 94. ¿Por qué es imposible hacer y terminar obras en Bogotá? Pero eso sí, todos nos ofrecen construir un metro. ¿Con qué cara?

El próximo alcalde debe ser el gerente de todos y abstenerse de adaptarnos a sus ideas, hobbies y gustos personales.

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Expulsión de colombianos, como ratas, de Venezuela, indigna y refleja cuánto le importan los temas sociales al socialismo del siglo XXI. Son muy humanos…

@ReyesJuanfelipe