JUAN FELIPE REYES | El Nuevo Siglo
Lunes, 17 de Septiembre de 2012

Prudencia por la paz

 

Hace  ya unas semanas que fue confirmado por el propio Gobierno, el “wikirumor” sobre un acercamiento con las Farc con el fin de alcanzar la paz en Colombia. (al menos por ese lado, ojalá se logre con todos los demás grupos).

De materializarse el confirmado rumor, el objetivo no es otro que el de buscar asegurar a los ciudadanos de Colombia lo establecido en el preámbulo de la Constitución: La paz; (que por cierto aparece allí enunciada en el último lugar: siendoéste sin duda, el más importante sustantivo para poder disfrutar de todos los demás ofrecidos: vida, convivencia, trabajo, justicia, igualdad, conocimiento ylibertad).

Citemos el artículo 188 de la Constitución: “el Presidente de la República simboliza la unidad nacional y al jurar el cumplimiento de la Constitución y de las leyes, se obliga a garantizar los derechos y libertades de todos los colombianos”.

 

Otros artículos ordenan directa o indirectamente al Presidente garantizar el derecho a la paz. (artículos 22 y 189 de la Constitución), estableciendo que garantizarla, es de obligatorio cumplimiento y con expreso mandato de asegurar el denominado “orden público”, es decir: “la tranquilidad y paz social que proviene del respeto generalizado al ordenamiento jurídico(V. Naranjo)”.

No cabe duda: constitucionalmente es el Presidente de la República (el ejecutivo) quien tiene que garantizar ese derecho y restablecerlo donde se haya perdido y así lo ha intentado hacer históricamente, por ejemplo: a través de la conformación de Comisiones Asesoras de Paz, como pasó en el año 1991, para adelantar conversaciones con la “Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar”, Comisión a la cual casi todas las vertientes políticas del momento solicitaron participar; claro: como lo expresaba en ese momento el Dr. De la Calle (ministro de Gobierno encargado de funciones presidenciales): “la Comisión no tendrá carácter negociador ni hará las veces de intermediario con la guerrilla. La responsabilidad del manejo del orden público, de acuerdo con la Constitución, corresponde al Jefe de Estado”.O el intento de Pastrana en 1999.

La historia se repite en sí misma decían los romanos. Hoy todos le están pidiendo al Gobierno que los incluya en esta posible cirugía de corazón abierto a Colombia y como el resultado nos determinará a todos, se sugiere entonces mucha prudencia y dejar que quien está legitimado constitucionalmente, trabaje sereno y calmado: como un cirujano del corazón, para que no termine en una constituyente.

juanfelipereyes@hotmail.com