La estrategia comunicacional de Duque | El Nuevo Siglo
Lunes, 14 de Diciembre de 2020

En la primera columna que escribí para este diario, hace ya cuatro meses, planteé la preocupación que me causa ver a los políticos haciéndose pasar por periodistas (https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/08-2020-ahora-quieren-ser-periodistas). Durante años han venido creando campañas de desprestigio en contra de los medios de comunicación y ahora buscan apoderarse de sus espacios. Poco a poco quieren eliminar a la prensa para evitar cuestionamientos y así darle una profunda estocada a la democracia.

Por estos días el principal protagonista de esta maniobra es el presidente Iván Duque, quien desde que empezó la pandemia, ha querido desempeñar más el rol de presentador en su programa Prevención y Acción que de primer mandatario de la nación. Aunque distintos medios han informado que los niveles de audiencia de ese espacio televisivo han bajado estrepitosamente, la Casa de Nariño informó que el show de la tarde se mantendrá hasta que Duque lo considere necesario.

No contentos con eso, la semana pasada se conoció el contrato que firmó presidencia con RTVC para producir contenidos en donde el protagonista es el mandatario y que irán hasta el 2022. Ya no solo se le verá a Duque en su programa vespertino, sino que habrá producciones informativas y hasta un programa de entrevistas.

No es menor que esto esté sucediendo, por más criticas y exitosas campañas de desprestigio en contra de los medios, la prensa es un ingrediente esencial de cualquier democracia. Preguntar, cuestionar, controvertir es controlar al poder y lo que busca la estrategia comunicacional de la presidencia es precisamente evitar ese escrutinio. Durante todo este año los periodistas han tenido que estar pegados a un televisor para sacar extractos de lo dicho por Duque y sus ministros. Sin posibilidad de controvertir, el Presidente ha comunicado en una sola vía. Así mismo, la aplicación del Estatuto de la Oposición terminó siendo un saludo a la bandera, pues mientras los partidos que no son de gobierno solo tienen la posibilidad de hacer replicas a las alocuciones presidenciales, estas ya no se hacen, pues Duque tiene una hora diaria en horario estelar. Es decir, el mandatario mató dos pájaros de un solo tiro, a la prensa y a la oposición.

Sus defensores dirán que no es cierto, que el Presidente ha tenido sendos diálogos con periodistas de distintos medios, tanto impresos como hablados. Lo que no explican es que esos intercambios se dan cuando desde la Casa de Nariño consideran pertinente que hable y que en la mayoría de los casos se hacen con quienes consideran menos críticos del gobierno. Existe un trato preferencial a unos medios por encima de otros y aunque esto siempre ha sido así, no por eso debe dejar de cuestionarse, más aún con la tendencia de anulación a la prensa que venimos presenciando.

Esto no es un juego ni un asunto menor. Lo que estamos viendo es el camino de entrada hacia sistemas políticos más autoritarios, en donde la información la controlan desde el poder sin ningún escrutinio. Parece superficial y motivo de burlas hablar del presidente presentador, pero lo que realmente se esconde detrás de esta estrategia es la intención de dominar el discurso, pues no debemos olvidar que la democracia sobrevive en medio de la pluralidad.